viernes, 30 de agosto de 2013

Guilty pleasures.

Siempre lo he dicho; me pierden mis vicios y mis excesos. Hay demasiadas cosas a las que no sé decir que no, y cuando digo demasiadas no me quedo corta. Me resulta imposible decir que no a un chupito de tequila, a un cigarro, a otro chupito de tequila, perdonar una noche, a salir, a más chupitos de tequila. Y sí, creo que más o menos, eso es lo que más me pierde. Beber, salir, y ya no me meto en el terreno de la personalidad. Bueno, se me olvidaba que tampoco podría decir que no a tenerte entre mis sábanas, ni mucho menos a tus manos recorriendo mi cuerpo.

miércoles, 28 de agosto de 2013

Dos pieles acostumbradas a no buscarse y rozar.


GGGGGGGGGGGGGGGG

Son demasiadas cosas como para no explotar por dentro. Vivimos la mayor euforia juntos, pero también el arrepentimiento. Fuimos como uña y carne y de un día para otro pasamos a ser dos desconocidos. Has sido la persona que más hondo me ha calado y también la que me ha roto en pedazos más veces. No fuiste el primero en irte, pero sí la persona que más me ha dolido de todas con su marcha. Te he querido de una forma descomunal, y aunque no estoy segura, posiblemente te he odiado alguna vez con la misma intensidad. Eres todo lo opuesto a mí, y aún así dudo que existan dos personas que se compenetraran mejor que nosotros. Y a pesar de ser un capullo integral, verte es lo que más ansío en este momento.


sábado, 24 de agosto de 2013

Respeta a los demás, pero a ti al que más.

De ti sí que puedo decir que te he perdonado lo imperdonable. Por mucho menos de lo que tú has hecho, he crucificado y desterrado a otros antes. Por cosas menos dolorosas me he hecho respetar mucho más y he cerrado libros que tenían demasiados capítulos. Pero sin duda, el nuestro se lleva la palma. Me has partido en dos, y no sólo esta vez, aunque nunca antes como la última. Me has hecho sentir tan mal....de la forma en la que nadie debería sentirse nunca. Has sacado lo peor de mí, y me has hecho ser durante un tiempo una persona triste, gris y malhumorada, cosa que nunca he sido. Me has amargado más de una mañana, más de un día y por supuesto, unas cuantas noches. Me he prometido a mí misma que esto que teníamos, a pesar de no saber muy bien qué es, se acabe. Necesito un poco de calma y tú sólo me das guerras y desvelos. Necesito sentirme competente, independiente, y lo único que me pasa cuando estoy contigo es que me siento total y ridículamente vulnerable. Me haces débil, más de lo normal, y eso realmente me asusta. Sé que no es sano ni recomendable depender de nadie como yo aún dependo de ti, pero créeme, estoy intentando cambiar eso. A pesar de haberlo dicho muchas veces, sé que esta es y tiene que ser la definitiva. La última vez que me rebaje, la última vez que me infravalore, que me torture, que me olvide de respetarme, que me separe de mi parte racional y la última vez que te quiera más y por encima de mí. La última, al menos contigo. Has sido una persona clave en mi vida, y realmente espero que sigas siéndolo, pero por lo que más quiero te prometo que va a costarte sudor y lágrimas, sangre incluso. No va a ser tan fácil como las otras veces, cuatro caricias tontas y unas palabras bonitas no van a poder con mi supuesta armadura. No confío en ti, y por mucho que quiera intentarlo o que quiera hacerlo, no puedo. Y sin eso...sin eso no hay nada que se pueda llevar a cabo. Aún a pesar de todo esto, necesito escuchar tus disculpas, necesito que me digas por vigésima vez que eres un imbécil que me quiere pero que no me merece, que me digas que lo sientes por ser como eres pero que no sabes bien por qué lo haces, que no seas capaz ni de mirarme de lo mucho que te avergüenzas. Da igual lo que digas o hagas, las cosas nunca van a poder ser como eran hasta ahora, y dudo mucho que puedan volver a ser como siempre debieron ser. Yo necesito volver a tener conmigo a la persona con la que hablaba toda la mañana sin cansarme, la que me cantaba canciones para hacerme reír, el que me contaba chistes pésimos de los que me reía por hacerle sentir bien, la misma persona risueña y alegre que eras para poder volver a recuperar esa parte de mí. Mientras no sienta que de verdad te rompes los cuernos por mí, por todo aquello que fuimos y por recuperarlo, nuestros caminos no van a cruzarse. Puede que ni llegando a eso lo hagan. Puede que tú lo arregles muy tarde y que yo y mis cicatrices ya no queramos esperar por tus remiendos para entonces.

miércoles, 21 de agosto de 2013

Amy Lee es lo único que ha podido darme algo de paz hoy, por lo que podréis imaginar cuán caótica ha sido mi vida últimamente. En el fondo me lo he buscado yo. Siempre el maldito apego y la maldita necesidad de no sentirme totalmente sola son lo que hacen que me equivoque estrepitosamente sin remedio. Por no verme rodeada de gente y sentir que no le importo a nadie, por no mirar a un futuro incierto y pensar que estaré sola conmigo misma, estoy como estoy. No sé cuántas veces me he faltado al respeto ni cuántas lo he sabido y he mirado hacia otro lado...y en verdad no puedo sentirme más decepcionada conmigo misma. Creyendo ser yo la que le hacía daño y la que le traía de cabeza con mis cambios de humor y mis altibajos,al final ha sido él el que me ha roto a mí. En pedazos. Ha sido por quien anoche me quedé dormida tras llorar durante horas. De veras sentí que él nunca me haría daño, no de esta forma. Es más, siempre he pensado que yo era la que se lo haría a él fácilmente, y aquí me hallo, entre la espada y la pared, entre el desconsuelo y el llanto. No sé cómo he podido ser tan estúpida, si siempre es a mí a quien le cae la peor parte y quien acaba perdiendo. Hoy he notado cómo tocaba mi propio fondo, y aunque no estoy segura de ella, siento que en parte sigo allí, dejando que esos fríos brazos congelen mis lágrimas y mi piel. No puedo seguir así si quiero sentirme orgullosa, capaz y competente. No puedo dejar que mis partes visceral y emocional dominen sobre la racional de forma tan sencilla. No puedo depender tanto emocionalmente de las personas, siempre me lo han dicho, pero tampoco he hecho nada por remediarlo. Se acabó eso de encontrarme siempre en el borde y aguantar hasta que me explotan las arterias, lo de ser quien pasa mil y un errores y a quien no le pasan ni uno. No puedo volver a sentirme así nunca más. Me lo debo.



martes, 20 de agosto de 2013

I gotta let you go.

No me da todo lo que me gustaría aunque sé que me entregaría el mundo en una bandeja. Sé que no es precisamente el prototipo de persona que todo el mundo desearía tener a su lado, y puede que ni sea el mío, pero he de reconocer que se le asemeja demasiado. Rozar su piel ha pasado de ser ocasional a necesario, sentir su cuerpo contra el mío ya no es simplemente la búsqueda de calor que era antes, no hace mucho. Es realmente imperfecto, pero son todas esas cosas que nunca me esperaría de él - tanto para bien como para mal - las que lo hacen a la medida de mis excentricidades. Sus arrebatos y los bandazos que da sin rumbo, su manía de dejarme siempre con la miel en los labios y  el hecho de ser desquiciante a veces realmente me hacen replantearme si merece la pena siquiera intentar recuperar parte de lo que fuimos perdiendo. Pero después están esas otras cosas, las que me desarman y me hacen sumamente vulnerable...la ternura con la que sus besos cubren mi piel, la forma tan poco sutil pero a la vez clara de decirme que estaría dispuesto a cualquier cosa que yo le pidiese, -a pesar de lo peligroso y desconocida que puediese resultar-, cómo hace que me estremezca a veces, el hecho de ser el único que aguanta cada uno de mis reproches y está ahí al día siguiente. Aunque sigo sin sentir algo suficientemente fuerte como para atarme a él, es bastante más envolvente y difícil de controlar que hace apenas unos meses. Sólo he pensado en mí, en lo que me gustaría tenerlo ahí en los días mimosos y tristes, pero no me he parado un momento para cavilar sobre lo que para él eso puede significar. Mientras haya una mínima esperanza, mientras yo le deje ver un mínimo de luz, él no podrá ser libre para dejarme atrás y conocer a otra persona, quizás la persona que le haga feliz como yo no he podido hacerlo nunca. No soy la chica indicada para él, y estas dudas y cambios de parecer constantes me lo demuestran cada vez más. Sólo busco su bienestar y su felicidad, así haré lo que una persona consecuente y madura haría: dejarle su espacio, el necesario para que se abra a otras personas pero también el justo para seguir formando parte de él.

martes, 13 de agosto de 2013

Just carry on.

¿Sabes lo que es sentir que debió acabar desde el principio? ¿Sabes lo culpable que puedo llegar a sentirme por no haberlo zanjado cuando era posible? No, dudo que lo sepas. Dudo que nadie pueda entender cómo me siento excepto yo. Sé que ya no es ese amor desenfrenado, que se ha enfriado con el tiempo, la distancia y el orgullo, pero aún así, aunque está a años luz de ser lo que era, sigue siendo amor. Sigues siendo la persona que cambió mi vida con su mera presencia, sigues siendo por quien dejaría todo cuanto tengo por un futuro más que incierto. Todavía pienso en todas las veces que intenté luchar por algo que estaba perdido desde su inicio. Aún recuerdo cada momento y cada una de tus palabras como oro en paño pues sé que es lo único que podré tener de ti y de todo aquello. Sé que no hay por donde coger todos estos sentimientos y que posiblemente a estas alturas deberían tomarme por demente, pero ¿qué se supone que debo hacer? He intentado todo lo indecible y más por darte esquinazo y seguir adelante, por concienciarme de que tenía una vida antes de ti y que debo recuperarla a toda costa, pero no puedo dejar de pensar lo maravilloso que hubiera sido poder compartirla contigo, lo especial que hubiera sido amanecer cada día a tu lado y mirar tus ojos almendrados durante horas, sin cansarme, y a la vez que lo pienso sé lo irreal e improbable que es que pase. Sé que es un lastre con el que tendré que cargar durante demasiado tiempo, pesado y tormentoso, al igual que sé que no va a pasar de ahí, que tendré que hacer más de tripas corazón que nunca, y aunque no lo parezca, lo he asumido. Sé que mi destino y mi futuro no están ligados al tuyo, pero ojalá las cosas hubieran sido distintas, ojalá te hubiera conocido en otro momento y en otras circunstancias.

lunes, 12 de agosto de 2013

Ha sido como un jarro de agua fría, incluso puede que helada. Hubiera preferido que viniera de casi cualquier persona menos de ella. Cinco palabras que, muy a mi pesar, me quitarán el sueño, al menos hoy: "Ya no eres mi persona"

domingo, 11 de agosto de 2013

Ready to realize me.

Es evidente que, como todos, busco mi lugar en el mundo. Que como cualquier persona, quiero ver a qué estoy destinada en esta vida, el por qué estoy aquí. Quiero descubrirme, descubrir quién quiero ser, a qué quiero dedicarme, qué me apasiona y qué me deshace. Está claro que aún no lo he encontrado, pero sí sé sobre qué terreno deseo hacerlo. A pesar de todo lo que venga después, voy viendo poco a poco lo que me hace sentir bien, lo que me hace perder la noción del tiempo y lo que me resulta excitante de veras. Sé que no podré vivir escribiendo un par de libros como si estuviéramos unos cuantos siglos atrás en un barrio parisino abarrotado de bohemios. Sé que estudiar derecho no es lo primero que se me venía a la mente cuando pensaba en mi futuro profesional hace unos años. Pero también es verdad que hay muchas cosas que pensé que no me pasarían jamás y aquí estoy, siendo el resultado de muchas de ellas. Si hay algo que sé además de eso, es que no siempre lo que se cree apropiado o interesante lo es. Puede que sea una carrera dura donde las haya, que no me haya metido precisamente en un jardín de rosas, pero cierto es que nunca he sido una chica fácil, en ningún sentido,  por lo que en vez de tomármelo como una pequeña tortura será como otro reto, teniendo más que claro desde ya que lo superaré. Además, las causas perdidas son mi especialidad, son lo que siempre me hacen actuar de forma inesperada y soy una persona que se mete hasta el fondo sin importar las consecuencias. ¿Qué mejor trabajo que este entonces? Ejemplos de cosas que me encantaría evitar o cambiar hay cientos, por lo que puede que en realidad no me haya desencaminado del todo. En cuanto a lo de escribir... siempre ha sido mi punto débil, o fuerte, según se mire. Es mi debilidad, mi pequeño vicio inconfesable. Al mismo tiempo,sé que es lo mío. Sé que cuando se me ocurre algo que plasmar puede acabar siendo algo que emocione de verdad. Mientras lo escribo, sé si no pasará desapercibido. Sé que se me da bien, y punto. No estoy pecando de prepotente, es simplemente que cuando sientes dentro de ti que hay algo para lo que has nacido, una especie de don en potencia, debes tenerlo claro y explotarlo al máximo. Con un bolígrafo o un teclado entre mis manos es donde mejor me conozco y me descubro, la mejor forma que conozco para dejar fluir el gran cúmulo de emociones que normalmente me aturden y confunden. Es como mejor canalizo mi potencial, mis sentimientos y mis problemas; así es como puedo ver que todo aquello que he sufrido o sentido sirve para algo, para que alguien un día lo lea y se sienta identificado y menos solo en este mundo, menos diferente. Si en algún momento todo mi recorrido sirve para ello, me sentiré profundamente orgullosa de mí misma. Me asombra cada día más cómo con gran facilidad dejo brotar de mis más profundos adentros todas esas letras, palabras y frases que juntas forman auténticos relatos sobre mí, demasiado difíciles de contar a veces, por lo que siempre he preferido relatarlas y ver cuál es la reacción de mis hazañas sobre otras personas. Ver en ellos sorpresa, admiración, o incluso descontento. Desde siempre eso ha sido lo que más feliz y completa ha hecho que me sienta. Y aunque tenga que ser más tarde, aunque no pueda ser justo hoy y aunque no resulte tan apoteósico como yo deseo, habré cumplido mi sueño y no lo habré dejado escapar como hace la gran mayoría, que ya es mucho. No cargaré sobre mis hombros un punzante "y si..." y cuando quiera volver la vista atrás, no será algo que lamentar, sino más bien celebrar.

miércoles, 7 de agosto de 2013

Sin armadura ni fachada. Vulnerable, a pecho descubierto. Totalmente desprotegida ante ti, así es como decido mostrarme. No quiero que pienses cosas erróneas o poco ajustadas a la realidad. La verdad es que te quiero, como nadie lo ha hecho y como dudo que alguien pueda llegar a hacerlo. No de la manera que muchos pensarán por la forma en la que lo describo; no de la forma que, seguramente, tú has pensado alguna vez, equivocándote. Te quiero porque fuiste quien me sacó de un pozo al que no le veía salida, porque confiaste en mí ciegamente, sin saber siquiera si era digna de confianza. Te molestaste en ver dentro de mí y apreciar las pequeñas cosas, esas que hasta aquel entonces no habían visto la luz. Estuviste, aunque sólo durante un tiempo, por y para mí, y para nadie más. Me hiciste reír hasta dolerme el pecho y llorar de forma similar a un diluvio. Mi alma gemela, que al igual que yo fue dando tumbos hasta encontrarnos. Puede que ese término sea algo infantil, pero da igual cómo lo llames o cómo lo definas, tú eras mi persona en el mundo. Por mucho que me hayas fallado y decepcionado y viceversa, por mucho que me haya dolido cada una de las veces que me has dejado sola, sé que el día que algo grave me suceda, no podrás contener los nervios. Porque al igual que yo, has intentado obviar lo que un buen día ambos sentimos el uno por el otro; una amistad que, como tú bien definiste, fui inmensa, desinteresada y auténtica como pocas lo son. Por ello no importa qué diga hoy o qué pienses de todo esto tú mañana...siempre habrá algo que nos una, invisible pero existente, suficiente para que ninguno de los dos pueda hacer caso omiso a la existencia del otro. Aunque sólo sea por los recuerdos y por los resquicios de todo lo que nos apoyamos el uno en el otro, aunque sólo sea por todo aquello que juntos construimos y dejamos caer después, estaremos ahí. Tú para mí y yo para ti, sin esperar nada a cambio y a pesar de las consecuencias. Y es algo que, a pesar de tu indiferencia, siempre me has dejado ver.


martes, 6 de agosto de 2013

Lo que yo me pregunto ahora mismo es: ¿se puede empezar una nueva vida en un lugar en el cual ya tienes un pasado? La verdad es que no lo sé, pero sí que me muero de ganas por saberlo.

lunes, 5 de agosto de 2013

Free.

Sé que debería sentirme mal por todo lo que ha sucedido. Debería estar triste, apática y ausente. Lo normal sería que no tuviera ganas de nada, ni del mejor plan, pero no es así. Puede que sea porque ya he llorado lo indecible, y he padecido un mal que no le deseo a nadie, durante demasiado tiempo, yo sola. Puede que por eso lo que para otro sería algo doloroso para mí sea casi como un regalo. Me siento pletórica, como si hubiese renacido de mis cenizas. Siento que me he quitado un peso de encima y todo esto me ha hecho sentirme un poco más libre, con más espacio para mí y mis cosas. Y como un buen amigo me dijo, si esto me hace sentir mejor, por muy doloroso que haya sido, he hecho bien.

sábado, 3 de agosto de 2013

You're still here.

A veces siento que apostarías tu mejor carta por mí, por todo en lo que creo y por todo lo que me propongo, como si supieras desde el principio que nada ni nadie puede ponerse en mi camino. Sin embargo, en otras ocasiones estoy completamente segura de que ni te lo pensarías y darías por supuesto que soy un cero a la izquierda, que ni merecería la pena molestarse en darme un voto de confianza. Y aunque estas últimas me duelen, cuando ocurre lo contrario, siento que cualquier cosa es posible. Y así, con tanto y con nada a la vez, sigo siendo de arcilla en tus manos.



Lo único que demuestran estos arranques impulsivos y este desazón que tengo por dentro a veces es lo mucho que me importas aún. Que haría cualquier cosa por ti, que sigues siendo tú primero y después yo. Que por mucho que hagas, digas o pienses, yo te querré siempre de una forma desmedida, justo como ahora. Mañana no cambiarán las cosas, es más, puede que te quiera algo más que ayer, pero nunca irá a menos. Fuiste la persona más importante de mi vida, mi mejor amigo, y por ello, no hay nada humanamente posible que pueda cambiar eso.
BLANDA, BLANDA Y MÁS QUE BLANDA.

jueves, 1 de agosto de 2013

En lo que respecta a ti, no aprendo. Nadie me ha tirado más palos ni clavado más hachazos que tú, y ya ves, besando el suelo que pisas y perdiendo el culo por ti.