Ya he tenido mi tiempo para llorar y dormir de estar sumamente agotada. Ya ha pasado el tiempo de duelo que podía permitirme. Ya he podido arrepentirme, sacudirme el polvo de los hombros y decir 'hasta aquí'. No hay penas ni arrepentimientos que valgan. Ni compadecerme, ni martirizarme, ni seguir culpándome.
Claro que es mi culpa y claro que podía haberlo evitado, pero no lo he hecho y a día de hoy, así, aunque no me guste, están las cosas. La culpa no va a hacerme aprobar. El arrepentimiento no va a estudiar por mí, y nada de lo que piense sobre lo que debería haber hecho va a devolverme el tiempo y la oportunidad que he perdido.
Así que sólo me queda confiar en mí como siempre he hecho. De todas formas, debo tomármelo con mi filosofía de vida: todo pasa por alguna razón.
Si hay alguien que no confía en el azar soy yo, y sé que si esto ha pasado ha sido por algo. Pero no puedo ni voy a desesperarme; aún hay una oportunidad para hacer las cosas como siempre debieron ser hechas. Eso y solo eso es lo que puedo pensar. Así que aunque no tenga vida propia durante 17 días, voy a dejarme la piel. Sé que puedo.
Claro que es mi culpa y claro que podía haberlo evitado, pero no lo he hecho y a día de hoy, así, aunque no me guste, están las cosas. La culpa no va a hacerme aprobar. El arrepentimiento no va a estudiar por mí, y nada de lo que piense sobre lo que debería haber hecho va a devolverme el tiempo y la oportunidad que he perdido.
Así que sólo me queda confiar en mí como siempre he hecho. De todas formas, debo tomármelo con mi filosofía de vida: todo pasa por alguna razón.
Si hay alguien que no confía en el azar soy yo, y sé que si esto ha pasado ha sido por algo. Pero no puedo ni voy a desesperarme; aún hay una oportunidad para hacer las cosas como siempre debieron ser hechas. Eso y solo eso es lo que puedo pensar. Así que aunque no tenga vida propia durante 17 días, voy a dejarme la piel. Sé que puedo.