martes, 31 de diciembre de 2013

All hope is gone.

No es que haya perdido la fe en el amor, aunque sería lo propio. Creo en el amor, en el de verdad, en que es capaz de cambiar completamente a una persona hasta el punto de que nunca vuelva a ser como antes y que puede romper barreras físicas y emocionales, ideologías, valores y hacerle a alguien cuestionarse hasta tus propios principios. Eso es amor. Compromiso, lealtad y respeto, en eso se basa. Todo ello sé que es real y cierto y no falacias como otros creen. No, no he dejado de creer en él, porque sería dejar de creer en lo más maravilloso que puede pasarle a alguien. En lo único que he dejado de creer es en que haya alguien capaz de amarme a mí de esa forma.
Son demasiadas las cosas que tienen que volver a empezar, muchas a las que tendré que enfrentarme yo sola, otra vez. Sola de nuevo. Todo ahora es susceptible a ser cuestionado para mí. Las personas, los valores, mis principios, los miles de recuerdos que él se ha encargado de mancillar para siempre, mis sentimientos... y en parte, yo misma también. No sé qué hacer con todos esos planes de futuro en el que incluía a un nosotros que a día de hoy está más que roto y acabado. Dónde debo colocar mis pensamientos ahora que lo único que puedo pensar es el dolor indescriptible que me arranca de cuajo la respiración a momentos; en eso y en cómo me dueles...es insoportable. ¿Por qué a mí? ¿Por qué tuviste que echar por tierra una vida que hubiera sido nuestra y unos sueños que podíamos haber compartido? ¿Por qué no pudo pesar más el amor y el respeto que los instintos bajos? Me siento patética cuando pienso en todas las veces que he dicho y pensado que no serías capaz de hacerme algo así, y mira cómo estamos ahora. Aunque he estado a más kilómetros de ti que hoy, nunca hemos tenido un abismo tan grande entre nosotros. Ayer podía verte, pero notaba cómo cada uno estábamos en un hemisferio diferente. Sinceramente creo que no debería haberte visto después de decirme cómo me habías engañado, y claramente, tampoco tenía que haberte besado. Pero por esa regla de tres, tampoco debería haberme preocupado por ti, ni tenía que haberte querido, ni tampoco haberme dejado la piel cada día en hacerte un poco más feliz. Y lo hice. He desperdiciado siete estupendos años, que se dice pronto, en alguien que ha cogido todo ese cariño, esa complicidad, ese aprecio, esa confianza, y sobretodo, mi corazón en sus manos, y lo ha tirado todo por la borda, todo ese amor y ese tiempo por unos cinco minutos. Podrías haber hecho cualquier cosa, te lo hubiera perdonado todo, pero no que me engañaras. Eso no. Sabías que eso no iba a saber superarlo ni encajarlo, y no te equivocabas. No puedo ni verte ni tenerte delante...no soporto oír tu voz ni sentir tu aliento cerca del mío, ni mucho menos recordar tus manos sosteniendo mi cintura una vez más. Me repugnas, tú y todo lo que has hecho, y todo lo que no podremos vivir jamás por no habértelo pensado dos veces antes de hacerlo. ¿Dónde estaba todo ese respeto cuando no te lo pensaste antes de meterle la lengua hasta la campanilla a una tía que en el fondo le das igual? ¿Por qué siempre tienes que hacerme daño a mí, si soy la única persona que se ha preocupado por ti en tu vida? Ahora todas esas preguntas dan igual, todas desembocan en el mismo mar de respuestas. No, fin, se acabó, adiós. Después de esto dudo mucho que pueda volver a confiar en alguien de una manera tan profunda y sincera, sobre todo en un chico, pero espero que el tiempo sepa llevarse con facilidad y rapidez todo lo que tú has roto, todo lo que has tirado y todo lo que me has hecho. No quiero verte más, no quiero saber nada más de ti, ni que el lastre de tu recuerdo me impida seguir adelante. Ya no quiero una vida en la que puedas formar parte.

domingo, 29 de diciembre de 2013

Dolor o falta de él.

A nadie le gusta sentir dolor, ni siquiera sentirse algo dañado, pero es necesario. Que de vez en cuando duelan las cicatrices, incluso que se abran por unos días, lo es. El dolor nos recuerda por qué estamos aquí y ahora, y nos hace reflexionar sobre por qué no estamos en otro lugar, en otro momento y en otras circunstancias. Cuando se sienten punzadas en el estómago o cuando el dolor en el pecho es simplemente inaguantable, significa algo, sea lo que sea, y esa es la única señal, el único aviso que nuestro cuerpo puede darnos antes de dar un paso en falso, o al contrario, dar paso a un acierto inesperado. ¿Acaso no es mejor que duela por haber amado que no haber amado jamás? ¿Acaso no es la finalidad de la vida el sentir algo, sea lo que sea, para poder ver que seguimos vivos?

jueves, 26 de diciembre de 2013

Rota, en todos los sentidos. Estoy destrozada, hundida y voy a pique sin frenos. En lo referente a ti, el tiempo sólo agranda mis heridas y para nada empiezan a cicatrizar. Cada día me duele más el pecho y no al revés, y por mucho que me esfuerce siempre hay una canción, un libro o un atardecer que traigan a mi mente tu voz, tu risa, tu rostro.
Si alguna vez he tenido que hacer un verdadero pulso entre cabeza y corazón, ha sido hoy. A partir de ahora todos los 26 de diciembre van a ser días duros y amargos, y cuanto antes lo asuma mejor. 

Felicidades, mejor amigo.

Siento un millar de cosas a la vez, pero en verdad no sabría qué decirte. Que te quiero, que te extraño y que aún te aprecio lo sabes. Quién has sido, quién sigues siendo y quién me encantaría que fueras para siempre, también. Entonces ¿qué podría decirte? ¿Que no puedo escuchar a mi grupo favorito sin que resuene tu nombre de fondo? ¿Que ya no soy capaz de acordarme del sonido de tu voz y eso me entristece? ¿Que me dueles casi igual que al principio y que me siento vacía por dentro desde entonces? ¿Que sigo esperándote a pesar de todo y que me siento patética por ello? ¿Que sigues siendo la persona más especial que he conocido y que sigo sin entender cómo hemos llegado hasta aquí? ¿Lo mucho que me duele y me pesa no poder felicitarte sin sentirme ridícula y reemplazable? Porque además de todo esto, siento muchas emociones más, y sinceramente, hoy me han desbordado. Sólo querría desearte lo mejor un año más, pero sin ser alguien corriente, siendo quien era para ti hace demasiado tiempo, en un pasado muy lejano para mis ojos. Así que desde la sombra - una vez más - te deseo un buen cumpleaños, que disfrutes como nadie tus veintitrés recién cumplidos, y que como te dije un día, aunque te llegue a odiar de veras, estaré ahí para ti hasta el maldito final.

miércoles, 25 de diciembre de 2013

Todavía queda una hora y diez minutos para que sea su cumpleaños, y ya estoy sintiendo punzadas en el pecho. Me muero por decirle cuantísimo lo echo de menos, las ganas que tengo que verle y de abrazarle aunque sea un imbécil, lo mucho que le quiero aunque no lo sepa y aunque no se lo merezca...lo mucho que me gustaría celebrar con él sus 23 años...pero no, a mí ya no me corresponden esas cosas. 

domingo, 22 de diciembre de 2013

Creo que hasta ayer no sabía lo especial, profundo e importante que es estar con él para mí. Lo que me aporta, lo que me hace sentir y lo sumamente rápido que se me pasa el tiempo a su lado son sólo algunas pistas. Se ha convertido en mi refugio, en mi nación.

jueves, 19 de diciembre de 2013

"Ya tienes todo en León por lo que tengo entendido". No, ni lo tenía ni lo tengo, porque lo que más anhelaba tener y encontrarme aquí es a ti.

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Lo mejor que podrías haber hecho por mí es no haberme querido nunca ni haberte preocupado por mí ni lo más mínimo. Puede que de esa manera yo no estuviera todavía recomponiéndose de ti, puede que así no me sintiera tan sola desde que dejaste de hacerlo. Me has roto en más pedazos de los que encuentro de mí misma, y ya no sé cómo coserme sin que aparezcas en cada remiendo. Estoy cansada de recordarte, de que me duela de esta forma el pecho, de llorar noche sí noche no, de que me duelas. Ojalá nunca hubieras dejado de ser ese estúpido egocéntrico que tuve por monitor y te hubieras quedado en eso. Puede que ahora mismo fuera un poco más estúpida y menos capaz, pero al menos estaría entera.

GGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGG

Si hablara de ti cada día que te pasas por mi cabeza, dudo que alguien pudiera soportarlo. Si no se me abrieran las carnes cada vez que pronuncio tu nombre, lo diría sin miedo más a menudo. A la par que escribo estas líneas me siento verdaderamente patética y frágil, puede que en el fondo lo sea, o puede que recorrer las mismas calles que hasta no hace mucho tú frecuentabas haya sido demasiado para mí. El hecho de visitar un pequeño y común lugar que para otros no es nada, a mí me ha llevado a uno de los mejores momentos de mi vida, a mi recuerdo más amargo. Me consolaría el hecho de que siempre hay un roto para un descosido, pero sé que nunca encontraré a nadie como tú, ni idéntico, ni similar... ni siquiera parecido. Mi alma y yo sabemos que ambas nos convertimos en algo más fuerte y equilibrado en cuanto comprendí que el hecho de que dejaras de confiar en mí e incluso que me consideraras como un cero a la izquierda me hizo mucho más fuerte, pero aún así, no hay ni un sólo maldito día en el que no piense qué hubiera sido de mí si pudiera contar contigo, si me quisieras como antes, al menos un poco. También me pregunto dónde llegó a parar aquella amistad, aquel cariño...y por qué el qe yo siento hacia ti no puede también desvanecerse y dejarme seguir adelante. Por qué yo fui prescindible y tú tan permanente, tan especial, tan dañino y desleal.

martes, 17 de diciembre de 2013

No todas las relaciones están abocadas al fracaso cuando aparentemente, todo se hunde. Lo que nadie ve por fuera es que los mayores tesoros se encuentran en el fondo de ese barco a la deriva, directo al fondo de la oscuridad. Aún hay algo que brilla y se manifiesta, algo que se hace notar lo suficiente como para ser relevante. Sólo aquellos que realmente se aman y aprecian consiguen percibirlo, e incluso a veces, cuando deciden salvarlo y volver a intentarlo, es mejor que todo lo anterior.

domingo, 15 de diciembre de 2013

En menos de un segundo he pasado de no dar nunca la razón a tener que dar siempre el brazo a torcer. Cómo no, imposible ajustar para mí un punto en medio en esto, y bueno, en todo. Por una vez me gustaría que alguien luchara por mí, que pensará "eh, merece la pena"; me encantaría no ser la única que lo cumple y lo piensa cuando las cosas se tuercen.

sábado, 14 de diciembre de 2013

Las cosas son mucho más intensas contigo que sin ti. Haces que el frío del invierno sea para mí pura utopía, que las calles nunca estén a oscuras, que explote dentro de mí algo así como una buena primavera. Creo que estoy siendo bastante clara con esto, pero por si me equivoco, te diré algo: es como si alguien hubiera decidido que fueras mi kriptonita; es como si los doce de cada mes brillara más el sol que el resto de días. Todo ahora tiene un nuevo sentido, todo ha dado un giro desde que nos queremos como deberíamos haberlo hecho siempre. No quiero un futuro si no es a tu lado, y por supuesto, no quiero ser Bonnie si tú no eres Clyde.

viernes, 13 de diciembre de 2013

De vez en cuando todos solemos plantearnos lo que creemos que nos falta, lo que desequilibra nuestra balanza. A veces conseguimos aquello que creíamos que estabilizaría las cosas, y de repente, algo de lo que dábamos por hecho desaparece sin avisar. Todo por nuestra ridícula creencia de que hay un equilibrio cuando está más que claro que no. El problema está en que lo que no está descrito, lo que no es conocido y lo que no controlamos con facilidad nos asusta. Pretendemos estimar todo con exactitud, nos aterra el mínimo fallo o el simple hecho de todo lo desconocido, y así nos va a veces.

martes, 10 de diciembre de 2013

Quizá la clave sea saber cuándo rendirse pero sin tirar la toalla del todo. Saber cuál es el punto en el que todo debe hacer "crac" sólo con el propósito de enmendarlo. El que dice que lo que se rompe no puede arreglarse y quedar como antes tiene razón, solo que a veces esa segunda pieza que se mantiene curando cicatrices sea mucho mas pura y fuerte que la anterior. Al igual que las relaciones sentimentales, las amistades también necesitan darse un tiempo a veces, lo que no tiene que conllevar siempre una ruptura o una pérdida de contacto. Por suerte para mí, hoy siento que he recuperado una de las pocas cosas auténticas y verdaderas que he tenido en la vida, y no puedo sentirme más pletórica.

lunes, 9 de diciembre de 2013

Anastasia.

Cuando tenía cuatro años, mi hermana me compró una película. No recuerdo si la entendí o no en ese momento, sólo que desde aquel día lleva siendo mi película favorita. 14 años, nada más y nada menos.





martes, 3 de diciembre de 2013

Always by your side, dear friend.

Es curiosa la forma en que la vida da un giro totalmente inesperado. Tú, el que me sacó de un pozo desolador y de una oscuridad envolvente, me hiciste sumirme en un bucle de dolor inimaginable. Fuiste mi salvación y poco después el desencadenante de demasiadas batallas perdidas. Podría volver a los 15, incluso a los 16 años, y echarte absolutamente toda la culpa de todo lo malo que me ha pasado. Podría volver a volcar mis frustraciones contra ti y justificarme ante todo con el dolor que me has hecho padecer...pero ¿sabes? Estoy bastante por encima de eso ya. No sería propio de quien soy ahora. He evolucionado, he crecido y por primera vez siento mis cimientos firmes. Sería el camino fácil, la vía rápida, porque en realidad, fue culpa mía. Te dejé abarcar demasiado espacio en mi vida, en mi corazón y en mis prioridades. Campaste a tus anchas por un terreno hasta entonces inmaculado; dejaste un recuerdo tuyo en cada rincón para que yo no pudiera mirarme sin verte también a ti. Eso fue culpa mía. No voy a decir que me arrepiento ni que ojalá no lo hubiera hecho porque sería bastante patético, inmaduro por mi parte. Y si estoy tan segura de ello es porque he sabido apartar de todo el dolor, del resentimiento, del rencor, del odio, del despecho, del resquemor, de las cicatrices y de las heridas latentes todo lo bueno que me aportaste durante mucho tiempo y lo maravilloso que ha sido para mí tenerte en mi vida. Llegaste a tocar mi alma, a inundarla con tu aroma, a contagiarla de tu forma de ver la vida y de vivirla. Y eso, querido amigo, no puedo obviarlo. Aunque me encantaría que siguieras ahí como solías hacer, he asumido que ya no lo estás y que lo más probable es que no vuelvas a estarlo. No puedo decir que no duele, que no me importa porque lo hace, pero sé que tampoco podríamos volver a estar como hace no demasiado, hay demasiados frentes abiertos y demasiados recuerdos amargos imposibles de desechar. Por otra parte, sé que si me necesitaras no te negaría mi mano ni mi hombro, jamás. Ya no es cuestión de quién prometió más ni de cual de los dos cumplió menos...tampoco me importan ya los tira y afloja ni mi orgullo si eso sirviera de algo. Lo cierto es que ¿qué clase de persona sería yo si no respetara mis principios ni mis sentimientos? No puedo hacerlos desaparecer ni desvanecerse, siguen ahí conmigo, latiendo en mi pecho, llevando aún tu nombre, y tengo la sensación de que aunque pase el tiempo y disminuya la intensidad con cada uno de los años que pasen, permanecerán grabados a fuego en mi alma, al igual que tu recuerdo. Si hay algo que me ha enseñado todo esto es que contigo nunca es un adiós, sino un hasta pronto.





domingo, 1 de diciembre de 2013

Sé que últimamente soy la menos indicada para quejarme. Excepto pequeños matices, la vida me va bastante bien. Tengo muy buenos amigos, una familia estupenda, un chico que me quiere, y ahí está la cuestión. No he podido evitar darme cuenta de que en parte, sentirme tan bien depende de él....y eso no significa que me haya olvidado de quién he sido antes. No he podido evitar acordarme de que hasta no hace mucho, yo era una de tantas que sólo sabía vivir de recuerdos y mortificarse por ello; una de tantas que no veía capaz volver a sentir lo que había sentido por el último gilipollas que se había cruzado en su camino. Y a pesar de que yo ya no me sienta así, en el fondo, nunca dejaré de ser esa chica que, como la gran mayoría, no veía salida a sus demonios, ni tampoco un futuro que no estuviera marcado por su pasado.

Te he buscado en un millón de auroras y ninguna me enamora como tú sabes.






Ya no duele porque al fin ya te encontré
Hoy te miro y siento mil cosas a la vez
Mira si busqué, mira si busqué
Tengo tanto que aprender
Todo lo que tengo es tu mirar

De mis recuerdos salen brisas a bordar
Las locuras que tú me quieras regalar
Y mira si busqué, mira si busqué
Tengo tanto para dar
Reconozco puertas que yo sé
Se abren solamente alguna vez
Así de poco

Desde cuando te estaré esperando
Desde cuando estoy buscando
Tu mirada en el firmamento, estás temblando
Te he buscado en un millón de auroras
Y ninguna me enamora como tú sabes
Y me he dado cuenta ahora
Puede parecer atrevimiento
Pero es puro sentimiento
Dime por favor tu nombre

Yo te llevo por las calles a correr
Vamos lejos más allá de lo que crees
Y si pregunto bien, si pregunto mal
Tengo tanto que ofrecer
Abro puertas que alguien me cerró
Y no busco más sentido a mi dolor

Mira no me vuelvas loco

Desde cuando te estaré esperando
Desde cuando estoy buscando
Tu mirada en el firmamento, va temblando
Te he buscando en un millón de auroras
Y ninguna me enamora como tú sabes
Y me he dado cuenta ahora
Puede parecer atrevimiento
Pero es puro sentimiento
Dime por favor tu nombre
No me vuelvas loco
Desde cuando te estaré esperando
Desde cuando estoy buscando
Tu mirada en el firmamento, va temblando
Te he buscando en un millón de auroras
Y ninguna me enamora
Y al final cuando te encuentro
Estabas sola

Tupis, pero princesas al fin y al cabo.

Es un caos de chica, pero es como yo. Si fuera normal o no supiera que le faltan un par de tornillos como a mí, creo que no la querría tanto. Si a veces no hablara tan rápido y si no tuviera detalles tan pequeños como cuquis, no creo que estuviéramos aquí y ahora. Si no me interrumpiera cada dos por tres y se sintiera mal a los dos segundos y me dijera "vale, venga...habla" con cara de niña buena no sería ella. Si no me llamara aunque se muera de cansancio, de sueño y a veces de hipotermia, puede que no la tuviera como a una de  las primeras a las que acudir como habitualmente hago. Y es que mis días sin sus tonterías de turno y sus arrebatos ya no serían lo mismo. No concibo ya un sábado noche de vuelta a casa sin que me acompañe, ni sin una resaca compartida al día siguiente. No sé qué haría si no la tuviera para llamarme en el momento menos oportuno y a veces en el más acertado; en el que nadie más lo hace, en el que sabe que tiene que hacerlo sin decir nada. No sé qué sería de mis tardes sin una bolsa de pipas, un cigarro y una buena conversación con ella. No sé qué sería de mí si no tuviera tanto su parte neurótica como adorable conmigo. Y por suerte, sé que siempre lo está, en las buenas y en las malas. Te quiero mucho princesa.













viernes, 29 de noviembre de 2013

No puede hacerme más feliz. No hace mucho descubrí que cuando duerme, me busca si me alejo, aun estando dormido. Y justo en ese momento es en el que sé que es lo más bonito que me ha pasado en mucho tiempo.





jueves, 28 de noviembre de 2013

Estoy completamente segura de que te has reído de mí todo lo que has querido. Más de una vez habrás pensado “fue mucho más fácil de lo que pensaba, menuda estúpida”. Lo sé sin haberte visto ni escuchado. Y no me duele, ya no. Te habré llegado a dar hasta pena, es lo más probable y lo entiendo, tu egocentrismo te hace ser así. Pero, ¿realmente tú debes sentir pena o lástima por mí? Es más, ¿alguien que tiene como máxima aspiración tirarse a todo lo que se mueve tiene motivos para reírse de alguien? El sexo por simple placer está más que bien, y más a los 21 años. Lo entiendo. Entiendo que esté entre tus intereses, incluso puedo comprender que sea algo que siempre tengas presente, pero cuando su búsqueda se convierte en lo único que te interesa de veras, la cosa ya no es para broma. Es penoso, triste, no sé cómo más llamarlo. En parte admito que tenías razón cada una de las veces que me tomaste por una estúpida, es más, cuando me tragué tu “piensa que así tendremos un buen recuerdo juntos” como explicación a tus intenciones más que claras, lo fui. Cuando sabía que seguías estando con ella y me dio igual, lo fui…y lo sé. Lo sé tan bien que me avergüenzo.  Lo que sí creo que debes entender, querido amigo, es que hay una diferencia abismal entre ser un idiota de vez en cuando y permanecer constantemente en ese estado, como es tu caso. Que lo mío tuvo arreglo poco después pero que tú seguirás siendo un imbécil integral por demasiados años. Y gracias a ti sé lo vacío que llega a sentirse uno cuando te entregas, y sobre todo por primera vez, a la persona equivocada. Sé hasta qué punto te das pena a ti misma y desde cuál empiezas a darte vergüenza. Todo ello lo aprendí después de ti. He llegado a un punto entre odiarte y repudiarte que acostarme contigo es de lo único que me arrepiento en la vida. Tú eres de lo único que pediría olvidarme, y eso es mucho decir después de la vida que he llevado. En realidad, y ya sin rencor, dolor ni nada entre medias, eres tú quien me da lástima. Lo seguro que te crees y lo solo que estás; lo vacío que te encuentras y lo mucho que te esfuerzas por aparentar lo contrario; la forma en la que haces creer a todos que tu vida es el séptimo cielo cuando en verdad ni siquiera tú te crees tus propias mentiras; el hecho de que creas que todas estamos a tus pies cuando en realidad estamos varias leguas por delante de ti. Me das pena porque hasta un ciego podría ver lo solo que estás aunque te rodees de especímenes limitados como tú. Por eso y porque esa soledad la estás cavando tú y sólo tú cada día que eres tú mismo. Supongo que aunque tarde, el karma actúa para todos, y realmente espero que contigo no haga una excepción.
Atentamente,

                                                                                                           Lo mejor que te has perdido.

sábado, 23 de noviembre de 2013

A pisar el suelo que tú pisabas, a pasar por calles y por lugares por los que estoy segura que has pasado; hasta ahí llega mi punto de masoquismo. A buscarte en cada esquina, en cada rostro. A desquiciarme al saber que no vas a estar aquí, en ninguno de ellos. Pensé que con respecto a ti no podría sentirme más estúpida, pero una vez más supero mis propias expectativas. Por otra parte quiero pensar que es así. No verte, no sentirte cerca, no cruzar una sola palabra contigo ni escuchar tu voz nunca más pueden ser las mejores formas de hacerte a un lado, o de intentarlo al menos. Pero el destino o lo que sea que mueva el mundo es receloso, caprichoso, y tarde o temprano sabrá cómo ingeniárselas para plantarte justo en frente de mí, todo ello mientras mi cara se vuelve una tabla rasa y mi pulso disminuye; mientras siento que no respiro y que estoy al borde de desplomarme en el suelo. Puede que sea un poco exagerada y que me guste demasiado ser melodramática, pero no creo que fuese muy distinto. Puede que verte y quitarme esta sensación que siento dentro sea la única "cura", pero también puede que me quede mucho más tocada y hundida- si eso es posible- de lo que estoy ahora. Puede que me rompa en más pedazos, que me quede un poco menos de dignidad, no lo sé. También es probable que me desquicie más, que me vuelva rematadamente loca saber que la realidad que durante años me he imaginado sea mucho peor que en mi cabeza.

martes, 19 de noviembre de 2013

No puedes haber cambiado tanto. No aún. En el fondo sé que lo has hecho...sé que si te mirara ahora mismo no encontraría nada del chico al que yo conocí. Quizá porque cuando eso ocurrió ni siquiera tú mismo lo sabías, o puede que me haya perdido demasiado....más bien me has impedido estar ahí. Nunca has sido tajante, no es tu estilo, pero eres un maestro de lo sutil y eso es algo que he sufrido en mis carnes. Es ridículo que aún a día de hoy me siga doliendo todo esto, pero aunque mucho menos y en contadas ocasiones, lo hace. Supe desde que te conocí, de verdad claro, que ibas a ser una persona única e irreemplazable en mi vida. Que si te ibas, si desaparecías, nadie iba a poder significar para mí todo lo que tú representas. Por supuesto, sabía que no iba a querer a nadie como a ti, y que no tendría un amigo que sintiese como a mi propia familia como me pasaba contigo. Por desgracia las cosas cambian, y también lo hacen las personas. Aunque tengo a personas que son prácticamente todo para mí, tú lo eras sin excepción. No hay nadie todavía que me haya llegado tan dentro como tú lo has hecho, ni tampoco han sabido ver a través de mí como tú solías hacerlo. Qué puedo decir, soy nostalgia y melancolía hechas persona, lo sé, pero es que no tienes una idea de cuánto te he querido y quiero, ni de lo mucho que has significado y significas para mí. Tampoco de cuánto me ha dolido y aún me duele que no hayas estado ahí como me prometiste. Cuando te dije que yo estaría contigo hasta el maldito final iba mucho más que en serio. Jamás estarás solo mientras yo pueda evitarlo, aún hoy, aunque pasen demasiado tiempo y las heridas no cicatricen nunca. Aunque no te lo merezcas, aunque sepa que tú no llegarías tan lejos por mí, yo sí lo haría, lo hago y lo haré cuando sea necesario.


Lo normal es que cada uno sepa lo que tiene, a quién tiene y por qué motivo. Pero no. A veces he sentido que tendría a personas conmigo hasta el final, y cuando digo final me refiero hasta mi último suspiro. Para mi sorpresa, gran parte de ellas no lo estuvieron. Otras veces, en cambio, es justo lo que no vemos y a quien no tenemos en cuenta o dispuestos a recurrir quienes acaban estando ahí. No todo el mundo está dispuesto a soportar nuestros peores días ni los chaparrones que no llevan sus nombres...y precisamente por ello, son a ellos a quienes les debemos lo mismo y a quienes debemos cuidar.

sábado, 16 de noviembre de 2013

Puede que no todo fuese blanco o negro. Puede que el gris, lo intermedio, fuesen nuestro color y nuestra marca. El problema es que dejé que eso sucediera. Dejé que tus ideas fueran las mías, que tus sentimientos perturbaran los míos y que mis extremos dejaran de serlo por tus puntos medios. Dejé mi mal humor diario para tenerlo dos veces por semana, dejé de ser tan tajante e implacable para ser de vez en cuando fácil de llevar. Lo hice porque...bueno, es evidente el motivo. Me duele ver que no me aceptabas a mi manera, con mi filosofía de vida ni mis ambiciones más que desorbitadas. Pero lo peor para mí, y lo que no va a ser fácil dejar atrás es haber hecho tal cosa. No tengo por qué cambiar, pero sabía que para ti mis excentricidades eran demasiado en ocasiones, así que decidí hacerte más llevadera mi presencia. ¿Veis lo estúpido que eso suena? ¿Acaso alguien tiene que ser más moderado y cambiar lo que no gusta a otros? La prueba de que esto es un error somos cada uno de nosotros, cada vez que hemos dejado que eso ocurra viendo que no hay buen resultado en ello. Hay algo mucho más complicado que perdonar y dejar el pasado, y eso es perdonarse a uno mismo.

You made it so sweet.

"Me lo pusiste difícil y eso me hizo seguirte hasta el final, pero tuve que dejar de tensar la cuerda y respirar de nuevo. Dejó de ser complicado a veces, de doler sólo los domingos de tormenta, para ser una continua e insostenible hecatombe. Dejó de ser difícil de llevar a imposible de perpetuar. Me ahogabas con cada disculpa, con cada silencio, con cada una de las veces que agachabas la cabeza sin luchar por todo esto. La culpa te hizo más tedioso y resignado si es que eso puede ser posible, y yo empecé a dejar de saber quién era cuando estaba contigo. Vulnerable, frágil, predecible. Puede que te hayas llevado cada parte de mí y que no recupere casi ninguna por el camino, pero por lo menos no me invadirá la sensación de haberlo tenido entre mis manos y haber dejado que se me escapara ante mis ojos. Tú jamás podrás decir lo mismo... y a pesar de todo, hubiera repetido cada error, pasado cada desplante y querido cada uno de tus defectos mil veces más. Pero hoy no es ese día, este no es ese momento, y esa ha dejado de ser mi decisión".

martes, 12 de noviembre de 2013

Te quiero.

Siempre, desde que le conozco, ha tirado por mí y por mis restos. Ha estado en cada punto clave, en cada todo o nada, en cada error y por supuesto en los aciertos. Sin pedir nada a cambio, soportando mis tormentas, todas y cada una de mis tardes grises. Ha sido y es mi mejor amigo además de ser la persona que me ha devuelto la fe y la ilusión. No concibo una vida en la que él no esté, es simple y cierto.

lunes, 11 de noviembre de 2013

Gravitiy hurts.





I was in the dark
I was falling hard
With an open heart
I'm wide awake
How did I read the stars so wrong?

I'm wide awake
And now it's clear to me
That everything you see
Ain't always what it seems
I'm wide awake
Yeah, I was dreaming for so long

I wish I knew then
What I know now
Wouldn't dive in
Wouldn't bow down
Gravity hurts
You made it so sweet
Till I woke up on
On the concrete

Falling from cloud 9
Crashing from the high
I'm letting go tonight
Yeah, I'm falling from cloud 9

I'm wide awake
Not losing any sleep
I picked up every piece
And landed on my feet
I'm wide awake
Need nothing to complete myself, no

I'm wide awake
Yeah, I am born again
Out of the lion's den
I don't have to pretend
And it's too late
The story's over now, the end

I wish I knew then
What I know now
Wouldn't dive in
Wouldn't bow down
Gravity hurts
You made it so sweet
Till I woke up on
On the concrete

Falling from cloud 9
It was out of the blue, I'm
Crashing from the high
I'm letting go tonight
Yeah, I'm ready to go, I'm
I'm falling from cloud 9

I'm wide awake
Thunder rumbling
Castles crumbling
I am trying to hold on
God knows that I tried
Seeing the bright side
But I'm not blind anymore
I'm wide awake
I'm wide awake

Yeah, I'm falling from cloud 9
It was out of the blue, I'm
Crashing from the high
You know I'm letting go tonight
Yeah, I'm ready to go, I'm
I'm falling from cloud 9
I'm wide awake
I'm wide awake
I'm wide awake
I'm wide awake
I'm wide awake 
Sé que dentro de un tiempo dejará de dolerme cada parte de mi cuerpo. Espero no arrepentirme dentro de unos meses ni en unas semanas. Estoy demasiado confusa como para estar segura de nada, y menos sobre algo que trate de ti y de mí. Ya no hay un nosotros, es más, nunca lo hubo. Por una vez no caigo en la trampa de creer que es mi culpa, porque si hoy estamos más lejos el uno del otro que nunca es porque lo que ha puesto distancia entre los dos es tu desconfianza y tu rencor. Te he querido lo mejor que he sabido, sin trampa ni cartón; no hubo tapujos ni mentiras...te di todo de mí sin excepción, y aunque sigo queriéndote y aunque sé que tú también lo haces, a pesar de lo que muchos creen, no es suficiente. Sé que de una forma o de otra voy a tenerte siempre conmigo. Has sido mi mejor amigo durante muchos años, y has sido la persona que siempre ha estado ahí para mí sin excepciones, hasta cuando no podías ni mirarme a la cara y viceversa. Hemos sido como una sola persona durante cuatro largos años, y no te cambiaría por nadie. Confío en que encontraremos la forma de volver a una estabilidad, aunque no sea de momento ni dentro de mucho tiempo. Hemos salido de cosas peores, hemos superado demasiado como para estancarnos aquí. Sí, no estamos hechos el uno para el otro, nunca nos ha salido bien, y tres de tres en fallos puede que sea la pista que no queríamos ver pero es así. Aunque me duela y me desgarre; aunque siga palpitándome el pecho por las noches echándote de menos. Con el tiempo eso pasará. Encontrarás a esa persona que te complemente como te mereces, aunque te aseguro que no te querrá como yo. En cuanto a mí, eso es bastante más complicado, aunque no pierdo la esperanza de algún día encontrar a ese alguien que esté a mi justa medida. Te quiero, y de una forma u otra, tú vas a permanecer en mi vida y yo en la tuya.

sábado, 9 de noviembre de 2013

Ya no me acordaba de cuánto podía llegar a doler. Llevaba demasiado sin sentir algo tan fuerte, tan destructivo. La verdad es que no echaba para nada de menos esta sensación, pero aquí está de nuevo, abrazándome con sus fríos brazos y asfixiándome lentamente. No voy a volver a cometer el error de poner el amor que sienta por alguien por delante del mío propio. O puede que sí. Puede que esta desesperación y este dolor me dobleguen y me hagan cambiar de opinión. Puede que sea estúpida del todo y caiga en la misma piedra de siempre. Hay momentos en los que confío ciegamente en mi fortaleza, en el coraje que siempre me saca del más profundo letargo....pero hay otras en las que no soy capaz de imaginarme un día sin él, sin que me mime, sin volver a sentir eso que siento cuando entrelaza sus dedos con los míos, sin que me haga sentirme especial, sin saber que tengo a alguien tras mi espalda que me quiere como espero que él siga haciendo. No sé si me duele más que no confíe en mí o el imaginarme estar sola otra vez. No sé qué me parece más desalentador ni lo que me hace sentirme más vacía. De lo único que estoy segura es del dolor que en estos momentos oprime mi pecho y que me hace sentirme más pequeña a cada segundo que pasa. No sé si estoy dispuesta a entregarme en cuerpo y alma como lo he hecho con él. No sé si tengo fuerzas para ello siquiera.

lunes, 4 de noviembre de 2013

No hay forma. Ni siquiera sin verle apenas consigo que no me hierva la sangre, que no me siga rasgando. Lo que todavía no entiendo es por qué. 

domingo, 27 de octubre de 2013

Guerra con guerra se paga.

¿Soy mala persona si me alegro de que le vaya mal? Yo creo que no, y si no pensáis como yo es porque no le conocéis. Por una vez, está recibiendo de su propia medicina. Por una vez, no todo le sale bien. Y, por una vez, el karma me ha escuchado y ha actuado a mi favor. Al final todo consiste en un equilibrio, o eso quiero pensar. No equiparable y justo, porque si no habría demasiada gente en el mundo que ya no está, y la mitad de la que está estaría en el infierno, pero sí algo similar. A sabiendas de que voy a ser juzgada como rencorosa, despechada (que ni de lejos) o cosas similares sí, lo admito. Me alegro enormemente de que le vaya mal. Me alegro de que haya perdido lo único que tenía de verdad, por lo menos por una de las partes. Se lo merece, y muchas más cosas, pero gracias destino o como quiera que te llames, por darle ese pequeño empujón y por empezar a ponerle en su sitio. Una vez, querido amigo, te dije un par de cosas: cada uno recoge lo que siembra y al final cada uno se queda con quien se merece. Así que si estás solo, por algo será. Y sí, si hoy estoy contenta es a costa de tus miserias. Que te duren y por mucho, amor.

Respect yourself.

Ser una más, una vez más, no sería para tanto, ¿no? En realidad sería mucho peor. ¿De qué sirve ser alguien más? ¿Quién va a recordarte así? Ya no es cuestión de principios ni de moral, ni siquiera de orgullo. Es dignidad y respeto hacia una misma. Una más para él es otra copa de más, otro disgusto más, para ti está claro. Un triunfo suyo por un tormento tuyo no merece la pena. Nada que suponga pasar desapercibida para alguien la merece. Piénsalo bien; si, nadie niega que sería divertido. Es más, estoy segura de que sí. Alcohol, sexo y placer. Y ¿luego qué? Meses de arrepentimiento, de vergüenza... decepción. ¿Cómo se supone que se cura eso después? Sencillamente no lo hace aunque lo creamos. ¿Qué pasa luego con esos principios de honor que le replicas a los demás? ¿Acaso en en ti no influyen? Ser fácil es sencillo, es lo común, pero ser alguien íntegro que se respeta y que merece la pena no puede serlo cualquiera.

Dime ahora qué hay más importante de lo que sientes dentro.




viernes, 25 de octubre de 2013

12.

Te aseguro que no ha sido fácil para mí nada en cuanto a amor se refiere. He recibido una puñalada detrás de otra, sin pausa ni descanso. Me he perdido infinidad de veces, y he dejado de reconocerme otras tantas. ¿Sabes lo que es mirarte y no saber quién eres ya? Supongo que sí. Y también supongo que estarás de acuerdo conmigo en que pocas cosas hay más dolorosas que esa. Y precisamente por todo mi pasado, por todo ese dolor y esa agonía, me he sentido más que culpable. Por qué, te preguntarás... pues es sencillo. Me sigue doliendo no haberte querido como te merecías cuando debí hacerlo. Me duele no haberte valorado lo suficiente a veces. Pero sin duda, lo que más me pesa, es no haberte dejado ver antes lo mucho que llevo queriéndote desde hace bastante tiempo. Sé que lo he hecho como autodefensa, después de tanto castigo, no es fácil abrirse de par en par a una persona, a pesar de que ya no tengo demasiados secretos para ti. Si soy realmente sincera, me aterraba la idea de haberme enamorado de ti. No por ser tú, sino por el mero hecho de sentirme frágil y vulnerable otra vez. Por saber que eso supone que mi estabilidad depende básicamente de ti. Me asustaba la idea de no tenerlo todo bajo control, ya me conoces. Pero aunque quise engañarme, lo sabía. Desde hacía tiempo notaba que ya no era yo quien manejaba la situación; notaba que había algo más dentro de mí, algo que me hacía verte con otros ojos. Algo tan fuerte que hizo que todo nuestro pasado turbio y oscuro no importara...sin darme cuenta, sin pretenderlo, me enamoré de ti. Con cada día que pasaba, más segura estaba y por tanto, más asustada. Notaba cómo tocar tu piel ya no era sólo por placer, sino por necesidad. Estar entre tus brazos dejó de ser meramente entretenido a ser lo más bonito que me había pasado en mucho tiempo. Supiste cómo esperar, supiste aceptarme, quererme tal y como soy, y nunca perdiste la esperanza de que yo algún día correspondiera eso que tú llevabas sintiendo desde hace años. Nadie antes había hecho tal cosa. Lo normal para mí es que me abandonen, que no vuelvan e incluso que ni lo intenten. Pero cómo no, y sigo sin entenderlo, supiste armarte de paciencia y ganas, aunque con altibajos, pero sin rendirte nunca. No te haces idea de lo fácil que me resulta todo sabiendo que estás tras mi espalda a cada paso que doy. Sé que soy muy impredecible y que tengo un humor difícil de llevar, y también sé que no puedo prometerte demasiadas cosas, así que sólo te pido que me dejes tu tiempo para hacerte ver con cada detalle, con cada caricia y con cada sonrisa lo mucho que te quiero. Lo único que puedo asegurarte es que quieras o no, vas a tenerme a tu lado siempre que lo necesites, y también todas las ocasiones en las que no. Sé que no sabes por qué te quiero, pero créeme, lo hago. No por nada demasiado raro, sólo por los pequeños detalles. Por la forma en la que apartas mi pelo de mi mejilla cuando vas a besarme, por cómo te estremeces cuando te hago cosquillas, por lo viva que me haces sentirme cuando estoy contigo, por lo estúpidos que somos a veces, por cuando nos portamos como si fuéramos niños, por el amor que veo en tus ojos cuando me miras, por la delicadeza con la que me tratas, por cómo me cuidas, por cómo me mimas, por todos los días en los que me demuestras lo afortunada que soy por tenerte conmigo, y por cosas tan sencillas como éstas, no me hago idea de lo que sería un día, una semana, un mes, un año o una vida sin ti. Te quiero, más de lo que se debería querer a alguien, pero por ti merece la pena...siempre la merece por ti. No me olvides nunca, hagamos lo que hagamos o vayamos donde vayamos, porque yo siempre voy a llevarte conmigo. Gracias por haber aparecido, por haber sabido esperar, y sobre todo por saber quererme a pesar de ser como soy.

martes, 22 de octubre de 2013

Quise recuperarte cada día con más intensidad, aunque siempre sin respuesta. Deseé poder escuchar tu risa junto a la mía una vez más y me desesperé en el intento. Necesité más de una vez la calma y serenidad que sólo tú has sabido darme. Ya ves, soy débil y pasional. Me gustan demasiado los imposibles idílicos, las causas perdidas y los precipicios abiertos. No soy para nada perfecta, y sé que mis manías, algunas de ellas, son bastante excéntricas. Sé que puede que ese fuera el factor detonante de toda esta pantomima, y sé que aguantaste por mí más de lo que imaginabas y más de lo que a veces merecí. A pesar de todo ello sé que tuviste que quererme. Es más, estoy segura. No soy fácil de llevar y eso cualquiera  que me conozca un poco lo sabe, y también soy consciente de que a veces peco de orgullosa e intransigente. Entonces, la pregunta del millón es: ¿por qué permaneciste a mi lado más tiempo del que podías soportar? Que me apreciabas sería la respuesta fácil y obvia, y aunque puede que tenga que ver, no fue la única razón. Sabías que la única persona capaz de aguantar unas excentricidades casi tan ilimitadas como las mías, sería yo. Sabías que estaba hecha a tu medida y para bien o para mal, eso te encantaba. A día de hoy no somos más que otro resquicio de polvo en el tiempo; claramente, nuestro momento ya pasó. El punto álgido de nuestra relación es tan lejano que a veces lo recuerdo vagamente, pero si lo consigo, afloran en mí sentimientos demasiado profundos como para poder ser escritos. Sin duda, fuiste la guinda de mi pastel.

sábado, 12 de octubre de 2013

Y ¿qué pasa cuando el corazón se divide entre lo que tiene y ama contra todo lo nuevo y maravilloso que queda por descubir?
No me arrepentí de hacerlo justo después, lo que suele ser buena señal. No me precipité, no me equivoqué ni bifurqué mis sentimientos como siempre. Simplemente decidí admitir que quiero a alguien que me quiere, tan sencillo como eso. Cómo salga, cómo nos vaya o cómo se vayan produciendo las cosas nadie lo sabe, pero sí sé que estoy en esto hasta el cuello y que hacía mucho tiempo que la vida no era tan dulce.

miércoles, 9 de octubre de 2013

Hacía tiempo que no me acordaba de ti, no intensamente al menos. Hace una media hora ha salido Iguana Tango en el orden aleatorio, orden que me cargaría ahora mismo por sacarte de nuevo a flote. ¿Que si esas canciones llevan tu nombre? Sí. ¿Que si he dejado que se reprodujeran una a una? También. Pensarás, pues qué chica más tonta (o más masoca, según se mire). Pues puede...sí, es muy probable que sea sumamente estúpida, pero quizá no por eso. Puede que lo haya sido cada vez que te levantaba del suelo, o cada vez que te llamaba para escuchar tus lloriqueos durante tres horas; incluso puede que cada minuto que me dediqué a quererte y a entenderte hayan sido una pérdida de tiempo. Y de qué manera. Si me preguntaras que si volvería a hacerlo, diría que sí.  Puede que por aquel entonces fuera ilusa y confiada, quizá porque era feliz y no tenía demasiados temores....ninguno salvo perderte, claro. Pero ¿acaso importa cómo ser feliz? ¿No debería bastarnos el hecho de poder serlo? Me da igual lo que pudieran pensar de mí o decir, no había nada capaz de arrebatarme aquello. Lo que yo no sabía es que sí había alguien....tú. Tú y tu indiferencia, tú y tu gelidez, tú y tu forma de sacarme de tu vida de un plumazo. ¿Que si inundé algún país llorando? No hay constancia, pero es probable. Ahora puedo mirar- aunque con ciertos tropiezos- atrás, sin preguntarme ya si tuve la asquerosa culpa que me puso fuera de órbita durante tanto tiempo. Si no fuiste capaz ni siquiera de decirme adiós de una forma decente y algo menos cobarde, es que no eras a quien yo veneraba. Y si realmente te importaba tan poco como para ni siquiera darme una explicación, me esmeraré mucho más que hasta ahora para dejarte atrás de una vez por todas.

martes, 8 de octubre de 2013

True story.

Entiéndeme. No he sido capaz de atarme a alguien nunca. No sé si soy yo el problema, no sé si lo han sido cada uno de ellos, o es que simplemente no he encontrado a la persona adecuada para cada una de mis rarezas...tampoco puedo quedarme contigo más de una noche como quisieras, pues no puedo darte garantías de que eso es lo que querré para mí en un futuro cercano. En esto ni se elige ni se planea; sucede. También sé que nadie me ha tratado mejor que tú, ni me han mimado ni querido como tú has hecho, y si pudiera elegir, estoy segura de que tú serías esa persona a la que entrelazarme y contrachaparme hasta los restos. Pero, por suerte o por desgracia, las cosas no funcionan así.

domingo, 29 de septiembre de 2013

¿En serio he sido tan estúpida de "enamorarme"? ¿De verdad? ¿He vuelto a dejar que mi lado pasional me domine? Supongo que todas estas preguntas se contestan con un sí rotundo.

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Aunque es demasiado pronto como para decirlo, siento que una vez más me he equivocado de sitio. Me dejé llevar de nuevo por mi lado visceral y melancólico. ¿Qué era lo que pensaba?¿Realmente creí que todo sería como la última vez que estuve aquí? Seguramente sí, lo pensé. Puede que más que eso, lo deseé y ansié con todo mi corazón. En parte es lógico, o eso creo. Ese corazón que anhelaba recuperar un pasado glorioso, en parte, se quedó aquí y se refugió en los corazones que a día de hoy ya no le corresponden. Mi odiosa y enfermiza manía de querer repetir, rememorar y revivir cosas que ya no volverán. No sé si no acabo de entenderlo o es que no quiero aceptarlo, pero ya es hora de que deje de martirizarme y de compadecerme si quiero cerrar esas viejas aunque latentes heridas que por lo visto aún no han pasado a ser cicatrices.

lunes, 23 de septiembre de 2013

Feel like homeless.

Desde hace una semana vivo esa realidad que sentía tan lejos y deseaba con tantas fuerzas. Deseaba con toda mi alma ir a cualquier parte sabiendo que nadie me conocería ni podría juzgarme. Pero me está resultando más cuesta arriba de lo que pensaba. Supongo que no valoras el lugar del que procedes hasta que lo dejas a un lado. Por una vez y sin que sirva de precedente, buscaba entre tantos rostros una cara amiga, conocida al menos. Sé que es lógico que me invada esta morriña, que me sienta como una extraña, pero como todo, pasará. A pesar de que ansiaba esta independencia, aunque sé que salir de allí es lo que necesitaba, por momentos me encantaría volver a los últimos meses de instituto. Allí todo era más fácil, no todo dependía de mí y sólo de mí. Supongo que a esto se refería mi madre con crecer y madurar. Hacerme mayor, como a todos al principio, no me está gustando nada, pero sé que para lograr mis ambiciosas metas, este, difícil o no, es el camino.

domingo, 15 de septiembre de 2013

Pain everywhere.

Había estado al borde del llanto muchas veces, demasiadas, aunque han sido más las ocasiones en las que me he hundido en un mar de lágrimas. No sería la primera vez que me duermo de tanto llorar ni será la última supongo. Lo que sí me ha sorprendido es que ha sido la única ocasión en la que me resultaba imposible parar. Nunca había llegado al punto de llorar desconsolada, incesante y desesperadamente. ¿Por qué? No lo sé, preguntádselo al tequila y a la ginebra que llevaba en vena. Me encantaría creerme esa última frase. Claro que lo sé, aunque no recuerde lo que dije ni lo que pensé en ese momento, sí sé que entre esas lágrimas y ese dolor había un nombre, o quizá dos. Mientras todas ellas resbalaban por mi rostro yo iba soltando fuera todo aquello que sobria no me atrevo a admitir, reconocer y mucho menos exteriorizar. Todo aquello de lo que pretendo huir pero sin éxito. Todo lo que me atormenta de día y sólo así he conseguido descargarlo fuera de mí y liberar mis demonios con la esperanza, una vez más, de que no vuelvan.

sábado, 7 de septiembre de 2013

Somebody.

De verdad quería que las cosas hubieran salido bien. Sé que hubiera sido feliz entre tus brazos, escuchando tu risa o simplemente notando tu pecho contra el mío... saber con seguridad que no estaba sola mientras estuviera contigo. Ser uno, que siguieras sacando lo mejor de mí y que a pesar de ser una persona excéntrica me quisieras por lo que era sin intentar cambiarme. Me hubiera encantado que me hubieses querido aunque fuese la mitad que yo a ti. Poder sentirme a salvo al tenerte tras mi espalda, respaldada y protegida. Por suerte o por desgracia, las cosas no han acabado así. Pero no te preocupes por mí si es que lo has hecho alguna vez. No sé dónde ni cuándo, pero espero con ansias encontrar a otra persona que despierte en mí todo aquello que tú encontraste aletargado en mi interior. Alguien con quien sienta que el sol sale y se pone a la vez, sentir la seguridad de que las cosas pueden irme bien... pero sobretodo, que me quiera por y a pesar de todo, sin tapujos ni condiciones. Poder quererle yo, con defectos tan insoportables como los míos y pasiones similares. Nada de perfección, nada de físico irresistible... no necesito nada de eso. No sería un inconveniente, eso está claro, pero si hay alguna persona ahí fuera que pueda soportar mis tormentas y en la que pueda refugiarme mientras duran, no podré pedir más. Sólo quiero amar y ser correspondida, nada de príncipes azules ni romanticismo épico. Nada de superficialidad ni adornos, tampoco regalos ni extravagancias. Sólo alguien que se acuerde de mí las noches que no pase a mi lado al igual que yo, que sea como sea y pesar del tiempo siga sorprendiéndome y enamorándome, que sepa cómo llevarme y cómo dejar mi orgullo en el perchero. Sé que pido demasiado, pero acaso ¿no nos merecemos todos ser felices y correspondidos? Ilusa o no, es algo a lo que no pienso renunciar nunca. La posibilidad de no sentirnos solos es lo único que puede reconfortar el alma, y a pesar de todas las cosas que tengo en mente para mí y mi futuro, ninguna de ellas tiene sentido si no tengo con quién compartirlas. Esa y sólo esa es la clave de esta vida. 




Sin remedio, volveré.

Sí, dejé contigo cada uno de mis sentimientos y de mis sueños. Supe desde el principio que serías mi ruina y aquí estoy, de pie. Sé que me equivoqué y que erré como nunca. ¿Y qué? ¿Qué tiene de malo? ¿Qué sería de mí sin mis errores y sin mi yo dramática? Lo hice porque te quería más que a mi propia vida y porque verte a mi lado tras cada amanecer era todo cuanto yo necesitaba. Me hiciste sentir tan vacía que no puedo ni quiero acordarme, pero no importa, ya no. Lo hubiera hecho una y mil veces. Por ti o por mí, no lo sé, pero hubiera repetido por el simple hecho de sentirme tan viva como entonces. Fueron malos tiempos, seguramente los peores, pero vendrán los buenos tarde o temprano. Puede que siga cicatrizando,pero sé que soy quien soy por cada una de aquellas heridas de guerra así que no me arrepiento. Amo a quien me ama y me apasiona lo que hago. Por fin sé qué quiero en la vida y cómo lograrlo, y si eso es el resultado de todos aquellos rasguños... gracias, a quien sea o lo que sea que mueva el mundo y el universo por no dejarme ser una persona más y hacerme tal y como soy.

viernes, 6 de septiembre de 2013

Después de leer todo lo que acabo de poner sólo puedo sentir cómo se me parte el alma. Otra vez. Otra por ti. A diferencia de las demás, he sido yo la que ha decidido hacerlo. No me has roto tú, ni me he roto yo, ha sido el hecho de que por fin he querido y me he atrevido a asumir la realidad, a hacer las cosas bien por una vez. No puedo estar pendiente a todas horas de lo que haces, de si vuelves a recaer, de si vas por buen camino otra vez ni celebrar cada día que no lo estropeas todo. No puedo vivir viviendo por ti, pensando por ti ni eligiendo por ti. Tienes que aprender por ti mismo, de poco sirve lo que yo diga o haga, el poder de elección está en ti, y tú decides hasta cuándo merece la pena seguir comportándote así. En 11 días justos voy a empezar una nueva vida, y sé perfectamente cómo quiero empezarla. Tengo las cosas claras como pocas veces, y sé qué quiero y a quien quiero en mi vida. Mientras no pueda confiar en ti como antes y saber con seguridad que no vas a dejarme sola cualquier día sin motivos ni explicaciones, no tenemos nada que ver. Aunque me duela en el alma, aunque me cueste soportarlo, incluso aunque pierda más de lo que gane, no puedo. Aunque me sienta una persona horrible y egoísta, aunque sienta que te estoy dejando solo y aunque la culpa me reconcoma por dentro, esta vez no voy a ceder.

jueves, 5 de septiembre de 2013

Hasta siempre/nunca.

Aunque no me guste del todo, puedo entender por qué la gente no confía en mí cuando digo "pero se acabó". Entiendo por qué cuando repito que es la última vez no me creen, ni intentan hacerlo. Me cuesta sudor y lágrimas ordenar mis ideas, mis preferencias, diferenciar lo que quiero de lo que debo, lo que puedo de lo que podría, y lo peor, elegir lo que más adecuado me parezca. Además de eso, me cuesta demasiado tiempo y demasiadas excusas. Al final, por una o por otra, siempre acabo encontrando el camino que yo considero correcto. Hoy hubo algo que me hizo sentir que lo había encontrado respecto a ti. Verte no movió nada dentro de mí. Ni rabia, ni rencor, ni asco, ni dolor, ni pena. Claramente, nada bueno tampoco. No hubo nada. Y si hubo un intento de todos ellos por salir, algo dentro mí, aunque no sé el qué, se lo impidió de tal forma que ni yo me di cuenta. Por una vez, entre tantas ocasiones turbulentas, vi la luz, el verdadero sentido de todo lo malo que ya había vivido por ti y la nueva dirección que debían seguir mis pasos. Todo lo malo que pasé por alguien que no supo valorar realmente que había encontrado una persona que se preocuparía por sus desvelos y que celebraría con él todo lo bueno que pudiera pasarle. Una persona capaz de engañar y mentir como nadie para simplemente aprovecharse después. Lo suficientemente inteligente para que nadie lo sepa, pero demasiado ingenuo como para pensar que la vida, o yo, no le pondremos algún día en su lugar. Alguien que no se mueve por azar ni por su lado visceral, sino por el interés, por la soberbia y sobre todo, por la entrepierna...algo que tarde o temprano le jugará malas pasadas. Pero ese ya no es mi problema. Nada que tenga que ver contigo me incumbe, ni para bien ni para mal. Después de dolerme y de amargarme, has pasado a un punto en el que lo único que me produces es indiferencia. No me arrepiento de nada aunque cualquiera me entendería por hacerlo; no me siento mal conmigo misma, ni defraudada. Ha sido un error, por tanto una lección. Es lo único positivo que se puede sacar de todo lo que pasó, pero es mejor que nada. A mí me queda la esperanza de remontar y evolucionar, dejando poco a poco y con ayuda del tiempo y del cambio de aires a dejar a un lado que un día, un remoto y maldito día me importaste y mucho. Dime, ¿puedes tú decir lo mismo?¿Puedes pararte a pensar y llegar a la conclusión de que tienes la conciencia tranquila? Lo dudo. Pero, como ya he dicho, eso ha dejado de ser un asunto que me competa. No te deseo ningún mal, ni que te parta un rayo, aunque bueno..no estaría mal. Ahora puedo decir con seguridad que te conozco, tanto lo bueno como lo malo, y sé que seguirás siendo igual de estúpido y de egocéntrico, y eso querido amigo es lo que hará que tú mismo te caves tu propia tumba. Puede que no vea cómo el karma te devuelve todo lo malo que has hecho a otros, pero con que pase ya es más que suficiente. Si alguna vez me partiste en dos, sólo son recuerdos y un pasado que no volverá a repetirse. Si alguna vez te dejé ver que realmente estaba rota y te creciste con ello, sólo puedo sentir lástima por ti y jurarte por lo que más quiero que no volverá a pasar. Y no, ni estoy ni estuve nunca enamorada, colada, pillada o enganchada a ti, aunque lo pienses, aunque haya podido parecerlo. No. Y bueno, sólo me queda decir que si cada uno se junta con quien merece, veo lógico que estés con quien estás y viceversa. Esto no es un adiós, porque para variar aparecerás hasta en la sopa, sólo es el hecho que marca la diferencia entre lo mucho que me importabas y me dolías y lo poco que influirá en mí y en mi vida cualquier cosa que venga de ti desde este momento.

viernes, 30 de agosto de 2013

Guilty pleasures.

Siempre lo he dicho; me pierden mis vicios y mis excesos. Hay demasiadas cosas a las que no sé decir que no, y cuando digo demasiadas no me quedo corta. Me resulta imposible decir que no a un chupito de tequila, a un cigarro, a otro chupito de tequila, perdonar una noche, a salir, a más chupitos de tequila. Y sí, creo que más o menos, eso es lo que más me pierde. Beber, salir, y ya no me meto en el terreno de la personalidad. Bueno, se me olvidaba que tampoco podría decir que no a tenerte entre mis sábanas, ni mucho menos a tus manos recorriendo mi cuerpo.

miércoles, 28 de agosto de 2013

Dos pieles acostumbradas a no buscarse y rozar.


GGGGGGGGGGGGGGGG

Son demasiadas cosas como para no explotar por dentro. Vivimos la mayor euforia juntos, pero también el arrepentimiento. Fuimos como uña y carne y de un día para otro pasamos a ser dos desconocidos. Has sido la persona que más hondo me ha calado y también la que me ha roto en pedazos más veces. No fuiste el primero en irte, pero sí la persona que más me ha dolido de todas con su marcha. Te he querido de una forma descomunal, y aunque no estoy segura, posiblemente te he odiado alguna vez con la misma intensidad. Eres todo lo opuesto a mí, y aún así dudo que existan dos personas que se compenetraran mejor que nosotros. Y a pesar de ser un capullo integral, verte es lo que más ansío en este momento.


sábado, 24 de agosto de 2013

Respeta a los demás, pero a ti al que más.

De ti sí que puedo decir que te he perdonado lo imperdonable. Por mucho menos de lo que tú has hecho, he crucificado y desterrado a otros antes. Por cosas menos dolorosas me he hecho respetar mucho más y he cerrado libros que tenían demasiados capítulos. Pero sin duda, el nuestro se lleva la palma. Me has partido en dos, y no sólo esta vez, aunque nunca antes como la última. Me has hecho sentir tan mal....de la forma en la que nadie debería sentirse nunca. Has sacado lo peor de mí, y me has hecho ser durante un tiempo una persona triste, gris y malhumorada, cosa que nunca he sido. Me has amargado más de una mañana, más de un día y por supuesto, unas cuantas noches. Me he prometido a mí misma que esto que teníamos, a pesar de no saber muy bien qué es, se acabe. Necesito un poco de calma y tú sólo me das guerras y desvelos. Necesito sentirme competente, independiente, y lo único que me pasa cuando estoy contigo es que me siento total y ridículamente vulnerable. Me haces débil, más de lo normal, y eso realmente me asusta. Sé que no es sano ni recomendable depender de nadie como yo aún dependo de ti, pero créeme, estoy intentando cambiar eso. A pesar de haberlo dicho muchas veces, sé que esta es y tiene que ser la definitiva. La última vez que me rebaje, la última vez que me infravalore, que me torture, que me olvide de respetarme, que me separe de mi parte racional y la última vez que te quiera más y por encima de mí. La última, al menos contigo. Has sido una persona clave en mi vida, y realmente espero que sigas siéndolo, pero por lo que más quiero te prometo que va a costarte sudor y lágrimas, sangre incluso. No va a ser tan fácil como las otras veces, cuatro caricias tontas y unas palabras bonitas no van a poder con mi supuesta armadura. No confío en ti, y por mucho que quiera intentarlo o que quiera hacerlo, no puedo. Y sin eso...sin eso no hay nada que se pueda llevar a cabo. Aún a pesar de todo esto, necesito escuchar tus disculpas, necesito que me digas por vigésima vez que eres un imbécil que me quiere pero que no me merece, que me digas que lo sientes por ser como eres pero que no sabes bien por qué lo haces, que no seas capaz ni de mirarme de lo mucho que te avergüenzas. Da igual lo que digas o hagas, las cosas nunca van a poder ser como eran hasta ahora, y dudo mucho que puedan volver a ser como siempre debieron ser. Yo necesito volver a tener conmigo a la persona con la que hablaba toda la mañana sin cansarme, la que me cantaba canciones para hacerme reír, el que me contaba chistes pésimos de los que me reía por hacerle sentir bien, la misma persona risueña y alegre que eras para poder volver a recuperar esa parte de mí. Mientras no sienta que de verdad te rompes los cuernos por mí, por todo aquello que fuimos y por recuperarlo, nuestros caminos no van a cruzarse. Puede que ni llegando a eso lo hagan. Puede que tú lo arregles muy tarde y que yo y mis cicatrices ya no queramos esperar por tus remiendos para entonces.

miércoles, 21 de agosto de 2013

Amy Lee es lo único que ha podido darme algo de paz hoy, por lo que podréis imaginar cuán caótica ha sido mi vida últimamente. En el fondo me lo he buscado yo. Siempre el maldito apego y la maldita necesidad de no sentirme totalmente sola son lo que hacen que me equivoque estrepitosamente sin remedio. Por no verme rodeada de gente y sentir que no le importo a nadie, por no mirar a un futuro incierto y pensar que estaré sola conmigo misma, estoy como estoy. No sé cuántas veces me he faltado al respeto ni cuántas lo he sabido y he mirado hacia otro lado...y en verdad no puedo sentirme más decepcionada conmigo misma. Creyendo ser yo la que le hacía daño y la que le traía de cabeza con mis cambios de humor y mis altibajos,al final ha sido él el que me ha roto a mí. En pedazos. Ha sido por quien anoche me quedé dormida tras llorar durante horas. De veras sentí que él nunca me haría daño, no de esta forma. Es más, siempre he pensado que yo era la que se lo haría a él fácilmente, y aquí me hallo, entre la espada y la pared, entre el desconsuelo y el llanto. No sé cómo he podido ser tan estúpida, si siempre es a mí a quien le cae la peor parte y quien acaba perdiendo. Hoy he notado cómo tocaba mi propio fondo, y aunque no estoy segura de ella, siento que en parte sigo allí, dejando que esos fríos brazos congelen mis lágrimas y mi piel. No puedo seguir así si quiero sentirme orgullosa, capaz y competente. No puedo dejar que mis partes visceral y emocional dominen sobre la racional de forma tan sencilla. No puedo depender tanto emocionalmente de las personas, siempre me lo han dicho, pero tampoco he hecho nada por remediarlo. Se acabó eso de encontrarme siempre en el borde y aguantar hasta que me explotan las arterias, lo de ser quien pasa mil y un errores y a quien no le pasan ni uno. No puedo volver a sentirme así nunca más. Me lo debo.