He hecho todo y más para captar un mínimo de tu atención desde que veo que esquivas todas mis señales. Lo único que me falta es llamar a golpes a tu puerta, pero creo que no llegue a tal punto.
De verdad que he intentado que me de igual, e incluso el día propio no me importó. Pero lo peor han sido los días siguientes.
Ya sé que la excusa más patética y común de volver a alguien de quien no sabes nada ni quiere saber de ti es felicitándole por su cumpleaños. Todos recurrimos a ello, y en alguna ocasión nos han reclamado con lo mismo.
Y aunque he dicho que es patético...ojalá lo hubieras hecho. Felicidades. No pediría nada más. No sé por qué, pero aún me duele y no consigo acostumbrarme. Debería haber sacado tiempo suficiente en estos cuatro años para hacerlo, pero todavía no encuentro la forma.
No me entristece ni me lastima, pero de vez en cuando, escuece, aunque ya sabéis eso de que sarna con gusto no pica. Ese refrán empleado para mí sería morir de sarna hasta con gusto. Si aún no conocéis a la reina del masoquismo, me presento. Soy yo.
Pues eso, que me dueles a veces. Que eres la peor herida sin cicatrizar de la historia. Que una de dos, padezco de hemofilia severa en cuanto a ti se refiere o simplemente te extraño todavía.
Ojalá te hubieras acordado...ojalá te hubiera importado siquiera.
De verdad que he intentado que me de igual, e incluso el día propio no me importó. Pero lo peor han sido los días siguientes.
Ya sé que la excusa más patética y común de volver a alguien de quien no sabes nada ni quiere saber de ti es felicitándole por su cumpleaños. Todos recurrimos a ello, y en alguna ocasión nos han reclamado con lo mismo.
Y aunque he dicho que es patético...ojalá lo hubieras hecho. Felicidades. No pediría nada más. No sé por qué, pero aún me duele y no consigo acostumbrarme. Debería haber sacado tiempo suficiente en estos cuatro años para hacerlo, pero todavía no encuentro la forma.
No me entristece ni me lastima, pero de vez en cuando, escuece, aunque ya sabéis eso de que sarna con gusto no pica. Ese refrán empleado para mí sería morir de sarna hasta con gusto. Si aún no conocéis a la reina del masoquismo, me presento. Soy yo.
Pues eso, que me dueles a veces. Que eres la peor herida sin cicatrizar de la historia. Que una de dos, padezco de hemofilia severa en cuanto a ti se refiere o simplemente te extraño todavía.
Ojalá te hubieras acordado...ojalá te hubiera importado siquiera.