lunes, 9 de febrero de 2015

Adiós.

He acabado el gran capítulo que ocupas en mi historia. He cambiado la página, cerrado el libro.
No puedo decir que no volveré a escribir sobre ti, ni tampoco que sea una verdadera despedida por mi parte, pero sí que te cierro la puerta. Esta vez sí. Es hora de que recoja todos tus restos y los incinere, que los haga desaparecer y dejar sitio para nuevos recuerdos, nuevas personas. Siempre te voy a llevar conmigo, pero no voy a seguir cargando con un lastre.
Se acabó el condicionarme, el descolocarme, el importarme o el simple hecho de sentir que todavía algo de ti me pertenece. Y sobre todo, dejar de sentir que soy como soy por ti, que dejarte a un lado es perder cosas de mí. Soy quien soy y tú ya no tienes nada que ver con eso, ni conmigo, nunca más.
Has hecho una vida, en parte conseguido lo que hasta donde yo sé, deseabas. Y me alegro por ti, de verdad que sí. Te deseo lo mejor y espero que nunca dejes que nadie haga enmudecer esa ambición que siempre he admirado de ti.
He aprendido muchas cosas de ti y me has dado algunos de los mejores momentos y recuerdos que tengo. Has sido crucial y oportuno, has sido durante un tiempo la persona más importante para mí y tu paso por mi vida me ha marcado, pero ya está. Ya no es así y no puedo seguir fingiendo que algún día volverá a ser ni siquiera parecido. Porque no lo será, y ya no me importa.
Has sido en demasiadas ocasiones mi fuente de inspiración, pues todos sabemos que las mejores líneas y las mejores reflexiones provienen del dolor, de la frustración, de la tristeza, y todas ellas me has provocado infinidad de veces. Pero se ha acabado. He aprendido a dejarlas ir, y a ellas contigo.
Gracias por haber aparecido y por enseñarme tantas cosas, por haberme hecho descubrirme, por haberme enseñado lo que significaba desnudar el alma ante una persona sin sentir miedo justo después, y por haber dejado la huella que has dejado en mí. A pesar de todo, siempre tendrás un hueco en mi corazón, y sin ninguna pena, te digo por primera y última vez adiós.