miércoles, 31 de julio de 2013

I'm proud of you honey.

Sé que en el fondo, muy en el fondo, te alegraría saber lo que te escribo una vez más esperando a que no lo leas. Sé que te sentirías orgulloso de mí al saber que por fin hoy he dejado de ser la blanda y llorica de siempre. Hoy no ha habido una retirada a tiempo, ni he agachado la cabeza. He respirado hondo, me he concienciado de que esto tenía que terminar ya y que estaba haciendo lo correcto. Por una vez no me he dejado llevar por lo visceral y sí por lo sensato. Por una vez no he dejado que en el último momento las fuerzas me flaqueen y me he mantenido firme en mi decisión. Ha sido hoy el día, un día que si hubiera sido hace un tiempo, tendría como respuesta tuya una sonrisa y unas palabras de apoyo. No las necesito ya, estoy acostumbrada a que sean escasas por no decir inexistentes, pero es cierto que me moría de ganas por decírtelo, o bueno, por dejarlo aquí aunque sea. Plasmado, aunque no contado. Me encantaría decirte "¿ves? Lo he conseguido". Me encantaría darte en las narices con ello porque sé que nunca me creíste capaz de hacer lo que debía en vez de lo que me sentía. Por considerarme débil y volátil. Por pensar que tengo la cabeza llena de pájaros y que no sé decir un no rotundo a tiempo. Por todo ello me muero de ganas por decírtelo y que te sorprendas, pero también sé que no voy a hacerlo. Esto, algo que llevaba tantos años atormentándome y haciéndome daño, se ha acabado. Por muy mal que suene, me siento hasta aliviada, aunque puede que sea por la adrenalina del momento. Esta era una de las cosas por las que te lloriqueaba y por las que me quejaba contigo, y aunque sea demasiado tarde, por fin le he plantado cara a mi blandicidad desmedida. Hoy he hecho lo que tenía que hacer, lo que tenía que haber hecho cuando tú me lo aconsejaste aunque no te hice caso. Hoy ha sido el día en que he dejado de quejarme y patalear y he hecho algo para cambiarlo como tú bien me dijiste. Y, aunque no estoy segura, puede que este mismo coraje deba usarlo para alejar lo que aún queda de ti en mí.

lunes, 29 de julio de 2013

#

Nos encanta pensar que la persona con la que querremos estar nos dará establidad y calma, serenidad para un alma demasiado atormentada ya. Cierto es que, en parte, eso es algo que debe transmitirnos alguien a quien amamos, pero no debe convertirse en lo único que nos aporte. No hay un gran amor sin dolor y altibajos, sin retos, pruebas y más retos. Un amor de verdad no es posible que exista si no es también guerra y confrontación en algún momento. De eso se trata, de estar con quien no sólo sepa ver lo bueno de las cosas, sino que también muestro lo peor, su parte menos humana. De poder sentirse vivo y no notar que vives sin más,de no saber qué esperarte,de no poder asegurar que al día siguiente algo de lo que pase no podrás darlo por supuesto. La serenidad no va siempre de la mano del amor, ni siquiera lo define. Sí al cariño, sí a la amistad, pero no al amor. Lo importante es saber que, después de una discusión o una verdadera batalla campal, sientas que eso, a pesar de todo lo malo, es lo mejor que te ha pasado en la vida.

Sentimientos deshechos.

No sé si sabes cuántas noches me temblaba el alma y el corazón
al mismo tiempo. Pensando en el tiempo que dejamos correr, en lo mucho que pudimos hacer. 

No sé si recuerdas aquellos tiempos en los que un poco de tequila y una buena conversación eran nuestro mejor refugio. No sé si eres consciente de que después de ti el mirar se convirtió en ver y el querer en amar. Las estaciones se convirtieron en la misma todo el año, y a pesar del frío, todo volvió a tener color.


No sé si conocías cada una de mis reglas y teorías, ni si sabrás que entre tus manos todas ellas se quedaron en míseras cenizas. De un plumazo te cargaste el mundo lleno de orden y paralelismo que tras tu paso por mi milimetrada vida se convirtió en caos fortuito.


Bastaron un par de besos y unos ojos oscuros para desestabilizarme y convertirme de nuevo en la esclava de un corazón frío y distante, incapaz de latir inconscientemente sin un estimulante eficaz como el interés.


Dejé de ser yo para ser tú y tus problemas, tú y tus necesidades, tú, sin un sitio para un nosotros. Has sido el dolor más hermoso que he sentido jamás, y he de reconocer que al igual que lo preciado fue precioso, lo doloroso fue un tormento.



domingo, 21 de julio de 2013

Je suis en train de vivre.

En un par de meses me habré ido... por fin. No es sólo un cambio de aires, para mí supone algo mucho más relevante. Se trata de empezar desde cero aunque en lugar al que voy ya tengo mi historia. Es el hecho de sentir que casi nadie sabe que existo, y que, si lo saben, no conocerán ni mis errores ni mi pasado...sólo a una chica intentando sacarse una carrera, como los demás. Alguien normal, alguien a quien no puedan juzgar por sus actos ni por su pasado sencillamente porque no lo conocen. Poder partir desde abajo, sin nada que me condicione, desde un principio que puede ser como yo quiera, como yo decida ser y actuar. Libertad en todos los sentidos. Aunque aún no ha llegado el momento y a pesar de que no sepa cómo será, sé que es lo que realmente necesito.

jueves, 18 de julio de 2013

Fue la euforia del momento, el querer y no poder. Puede que incluso la necesidad de sentir el contacto con esa piel... puede que simplemente el contacto físico en sí. Sea lo que sea, sigue sin ser eso que alguien enamorado debería sentir.

martes, 16 de julio de 2013

Pasar de un "hola, ¿qué tal?" es casi como un milagro. Algo tan simple puede costarme mi estabilidad emocional, esa que tanto trabajo me ha costado tener, pero por ti y por más veces simples como esta sé que lo haría...y así me va.

Bittersweet.

No te preocupes por mí ni simules que lo haces, es lo único que te pido. El más mínimo detalle me hace pensar en la remota posibilidad de que podría volver a contar contigo, aunque fuera sólo de vez en cuando, y esa es una sensación que no me puedo permitir nunca más.

lunes, 15 de julio de 2013

Homeless.




Escuchar esta canción me recuerda dolorosamente todo de ti. Lo malo por daños, lo bueno por ser recuerdos sin futuro. Habla de una vuelta a casa, de un regreso a un hogar y yo veo tan lejana esa sensación... desde que te fuiste no he sentido ningún lugar propiamente mío. Y para variar, te echo de menos, demasiado para mi gusto y de un modo excesivo para el punto en el que nos encontramos. Puede que para mí tú seas ese hogar que en esta canción se acerca, todo lo contrario para mí.  A medida que pasan los días es un poco más real la distancia abismal que nos separa, y un poco más difícil soportarla.

This is how I felt.

El amor a primera vista es algo en lo que sólo creen aquellos que lo han sentido alguna vez. Yo tampoco pensé que pudiera pasar hasta que me lo encontré de frente y me atravesó, dejándome sin pulso y sin aliento. A pesar de creer que ya conocía esa sensación, es la única vez que me he enamorado, la única de la que puedo estar segura al menos. No es fugaz ni pasajero como se suele decir. Y creedme, lo sé de buena tinta... yo aún no le he olvidado después de casi cuatro años. Sucedió en abril, mientras el frío apretaba y yo respiraba a duras penas. Cuando llega,cuando se acciona, ya no hay vuelta atrás. Notas que todo en lo que creías ya no existe, que el cielo es más azul y que la vida puede ser realmente maravillosa. No necesita tiempo ni buenos momentos para crecer...simplemente se lleva el aire de tus pulmones y cuando quieres darte cuenta, sólo lo recuperas cuando tienes delante a esa otra persona. De ese modo es como descubres que la vida, que las cosas que antes tenían sentido y que lo que tenías como cierto ya no son iguales. Es justo en el momento en el que vuelves a respirar cuando ves que todas tus suposiciones y teorías no son más que eso; es justo ahí, entre el sofoco y el alivio, cuando sientes que ya no podrás ser la misma persona. Ese amor no se va, permanece en lo más hondo de uno mismo, y a pesar de llegar de otro modo, es tan puro y real como cualquier otro.

miércoles, 10 de julio de 2013

Just be true to who you are.

Me miro en el espejo y no me reconozco. Veo a una chica derrotada, exhausta y carente de emoción por nada. No sé dónde me he metido ni si me he convertido en la profunda tristeza que veo en el reflejo. No sé si estoy realmente como aparento o si aparento algo totalmente distinto a lo que soy.  No es la primera vez ni será la última que me sienta así, pero sí que es cierto que nunca había sido tan intensa esa sensación de deriva y ansiedad que me exaspera. Me ahogo entre estas cuatro paredes y entre los recuerdos que guardan; entre un tumulto de gente, la gente arrogante y apática de siempre. Sé que todos tenemos un lugar a nuestra medida que sentimos nuestro y que nos hace sentirnos atados a él... y también sé que el mío no es este. El hecho recurrente de que mañana será otro día a mí ya no me funciona. ¿Por qué nunca nadie acaba la frase? Sí, será otro día, pero creo que de momento unas cuantas horas no cambian sensaciones que llevan demasiado tiempo incrustadas dentro. Intento serme fiel a mí misma para soportar mejor el chaparrón, intento buscar esa fortaleza interior que me ha salvado otras veces, pero ¿cómo voy a hacerlo de nuevo si no sigo siendo la misma?

lunes, 8 de julio de 2013

Todo tiene su momento, y el nuestro ya pasó.

Esto es en lo que se convirtió mi vida después de que llegaras para arrasarla y destrozarla por completo:


    
Lo más probable es que te quiera hasta lo impensable, hasta el límite de no dejar de hacerlo nunca, pero no puedo machacarme tanto, no puedo hacerme tanto daño a mí misma otra vez. Todo lo que viene de ti sólo puede herirme y es un hecho que, aunque me pese, es así. Sé que vas a seguir presente, que de vez en cuando me acordaré de ti e incluso puede que te extrañe, pero no volveré a convertir mi vida en un mar de lágrimas por ti. Podría decirse que he tirado la toalla, aunque yo prefiero verlo como supervivencia.







Raro, no digo diferente digo raro.

Ya no soy yo quien lleva la batuta entre los dos. Ya no soy yo la que tiene más que controlada cada situación. Ya no todas las cosas que puedan pasar entre nosotros dependen de mis cambios de humor o de ideas. La balanza está igualada; ambos podemos perder y perdernos por el camino; ambos podemos hacer daño y a la vez estar expuestos a él; ambos tenemos mucho de lo que alegrarnos o arrepentirnos. Estoy acostumbrada a ser yo quien elige, a ser la que dice cuándo, cómo y dónde, pero tengo la sensación de que se han cambiado las tornas. Después de todo lo que ha pasado, volver al punto de partida sería un paso en falso, o eso es lo que quiero pensar. El por qué es sencillo; no sé si podría volver a acostumbrarme a no tenerte ahí ahora que has vuelto. No quiero imaginármelo, así de simple. Puede que sea un error, que sea un golpe que se puede ver a kilómetros y que es un caso más que perdido, pero por una vez, me da igual. Es lo que me apetece hacer y no lo que debo; es lo que siento y no lo que se espera de mí, y eso es lo que realmente me gusta. Siempre he sido impredecible, aunque no en este terreno inhóspito que es el amor, pero los extremos son lo mío. Quiero creer que el destino confabula a nuestro favor y que si te ha puesto de nuevo en mi vida es por algo. No podemos ser amigos porque eso a estas alturas se nos queda pequeño, pero tampoco una pareja porque no nos ha salido bien ninguna de las veces que lo hemos intentado, y una tercera derrota sé que sería la última... no nos recuperaríamos de otra. Ni nosotros por separado ni en conjunto, y perderíamos todo lo que durante años hemos estado creando y dejando crecer... y no, no estoy dispuesta a ello. Puede que haciendo lo que estamos haciendo también nos carguemos todo eso, pero hacernos los locos ante lo que es evidente y no hacer caso a lo que se puede leer en nuestros ojos al mirarnos sería el verdadero error.

domingo, 7 de julio de 2013

If you want it like I want it.

Fue pura dinamita, como un volcán esperando a estar en erupción en el momento justo. No fue como las otras veces, no fue tan prescindible. Lo que sí estaba claro es que piel con piel todo parecía más sencillo, más vivo, y que ambas llevaban tiempo dando tumbos  hasta encontrar a la otra, a esa otra piel que extrañaban en lo más profundo de su ser. Mientras sus manos recorrían mi cuerpo, cuerpo que ya no tenía secretos para sus manos, me sentí como siempre había querido sentirme con él, de una forma que hasta aquel momento no conocía del todo. Y, para qué negarlo, me sentí más viva y pletórica que nunca. Nos sobraban las palabras y las disculpas pues no era eso lo que queríamos el uno del otro. Lo que realmente nos movía o bien nos paralizaba era el hecho de que nos comían las ganas...eso no lo podemos negar. Yo, la que nunca sintió demasiado por él, la que sabía que siempre había sido él el que podría salir peor parado, ayer no lo tuvo tan claro. Por una vez era yo la que se sentía vulnerable entre sus brazos, la que sentía que tenía algo que perder. No sé si fueron las copas de más o el echarnos de menos, pero tanto yo como mi alma sabemos bien que no fue cualquier cosa con cualquier persona, aunque no sepa explicarlo sé que fue especial, demasiado para mi gusto incluso. Fue alguien en su momento, y que pueda ser algo más grande que antes es lo que verdaderamente me preocupa. Y cómo no, cuando las cosas van bien, en vez de ver la parte positiva y dejarme ser feliz, lo único que hago es analizar las cosas, el cómo hemos llegado hasta aquí, controlando los contras y dejando a un lado las cosas a favor. Mi mecanismo de defensa siempre alerta, por lo que pueda pasar... pero también es cierto que, a causa de ello, hay muchas personas que no conocí como debía, muchas oportunidades que no aproveché y muchos trenes que dejé escapar. Sé que no tenemos ningún futuro; lo más probable es que en dos meses más o menos yo me vaya a otra ciudad, conozca a otra gente y haga allí una nueva vida mientras él se queda aquí, dolido aún por el hecho de haberle dejado, sin poder dejarlo a un lado todavía...no es lo que yo llamaría buenas expectativas de futuro. Pero, ¿qué más da? Creo que, a riesgo de contradecirme, esta vez me da igual. No va a ser otra persona que eche de mi vida por miedo, ni otra oportunidad que desperdicie. Si no arriesgas, no pierdes nada, pero tampoco puedes averiguar qué hay esperándote en el lado de los valientes y temerarios.

viernes, 5 de julio de 2013

I won't let you go.

Si quisiera un amor de cantina, lo buscaría. Si quisiera perderme entre unas sábanas con un completo imbécil, lo haría, no sería demasiado complicado. Pero, muy a mi pesar según se mire, no es lo que busco. A pesar de tener lo fácil a mi alcance, nunca he sido de conformarme con la primera opción ni con el camino más recorrido. Me gusta labrarme el mío propio, contar mi propia historia. Lo que quiero decirte con esto es que yo te quiero a ti, conmigo, con tu pelo entre mis dedos, con mi tiempo entre tus manos. Comiéndonos a besos o simplemente sentir mi cabeza contra tu pecho, sentir cómo late y poder saber que si se acelera es por mí. Perderme en la inmensidad de tus pupilas, y no sentir por una vez que me pierdo a mí misma mientras lo hago. En definitiva, tú eres lo que necesito, espero, ansío y anhelo, y ha sido así desde el día que supe tu nombre y me miraste a los ojos.

A beautiful lie to believe.






Para qué negarlo, vendería mi alma al diablo si supiera que estás en el infierno esperándome. Atravesaría océanos, cordilleras y selvas por encontrarte al final del camino. Daría lo que fuera por no estar equivocada al pensar que algo tan confuso  puede ser real, por no sentirme tan sumamente estúpida como me siento. Cualquier cosa sería mejor que saber que lo tuvimos entre nuestras manos,que estuvo a sólo un paso de ser tan especial como mi corazón anhelaba, y que, por unas o por otras, siguió siendo "tú y yo" y no nosotros.

miércoles, 3 de julio de 2013

"A partir de ahora todo saldrá bien, te lo prometo"

Es curioso cómo volvemos a confiar en alguien en quien sabemos que no podemos. ¿Qué nos empuja a hacerlo? ¿Es la añoranza del pasado, los buenos recuerdos, el aprecio? Quién sabe. Una vez más, aunque en algo totalmente simple, confié. Pensé que en el fondo seguías buscando mi bien, aunque fuese colaborando un mínimo, desde la sombra, pero estando ahí para el momento oportuno. También pensé que ya no me importaría un desplante más, pero sí, me importa. Me duele, me entristece, me puede. Aunque hace bastante tiempo pensé que no volvería a escribir algo sobre ti, aquí estoy, a las 2 y pico de la madrugada sin poder dormir, sin poder dejar de pensar...Sigo sin sacarte de mi cabeza, ni de mi corazón, ni de ninguna parte. Me guste o no, soy como soy en parte gracias a que tú apareciste, por tanto, ser como soy me hace tener una parte de ti conmigo. Puede que por eso, por poder sentirte algo más cerca estando a kilómetros de ti, me guste ser como soy. Recordar los momentos de hace un par de años me da paz, me da calma, al igual que tú me la dabas. Sin embargo, hay días en los que es justo lo contrario, días en los que,  por desgracia, acordarme de ti sólo me trae dolor, un puñado de lágrimas peleando por brotar de mis ojos y la apertura más que dolorosa de una brecha que puede que nunca se haya cerrado. No sé si es por cabezonería o por supervivencia, pero intento huir de todo lo que tenga que ver contigo, intento que no me afectes, que no me condiciones. Lo logro, y cuando eso ocurre me crezco y pienso que ya está, que puedo cerrar la tapa del libro y que puedo pasar al siguiente, que puedo apartar de mi vista esa etapa tan oscura y turbulenta y seguir adelante, pero noches como las de hoy, las malas jugadas de mi subconsciente y lo mucho que me dueles aún me hacen cerciorarme de que no es como desearía. Muy a mi pesar sigo siendo esa estúpida mocosa que tanto te negaba ser, esa que se quedó perdida y sola cuando tú decidiste que no era demasiado importante como para preocuparte por ella, esa que sigue teniendo el alma rota en mil pedazos desde que, sin saber por qué, la abandonaste a su suerte, sabiendo lo mucho que ella te quería, sabiendo lo que dependía y aún depende de ti. Ya está, ya he tirado mi fachada y mi armadura; soy totalmente vulnerable, una vez más mostrando mis debilidades, una vez más deseando que no las veas. Esto es lo que soy aún: una chica que hace dos años, más o menos, sin motivos aparentes y sin comprender aún por qué perdió a su mejor amigo, a la única persona que pensó que siempre la apoyaría y que lucharía por ella, por no perder un contacto que ahora es nulo, por alimentar y proteger una amistad de la que ahora sólo quedan los resquicios del pasado y los tormentos de mi interior. Una chica que no sabe si culparse a sí misma o a ti; sólo sabe que, independientemente de quién se equivocó primero, le has puesto en una situación desalentadora y tortuosa, demasiado para su gusto. Una chica que se levanta cada día con mil sueños por cumplir, mil cosas por hacer, y que al final del día de lo único que se acuerda es de las cosas que hacía contigo, y sobre todo, de las que no llegaréis a hacer jamás. Alguien que ha dejado de saber quién es y qué fue para ti, que ansía respuestas y que las teme al mismo tiempo, que busca desconsoladamente a alguien que se parezca un mínimo a ti para dejar de martirizarse por dentro e intentar reescribir un pasado que ni de lejos será parecido. Alguien que a pesar de ello, no pierde la esperanza, no deja que esto la eche para atrás en ningún momento, pero que como todos, es humana, no es de piedra, y siente tanto o más que los demás y, por ello, en noches frías y largas como la de hoy, no puede quitarse de la cabeza a ese chico que, con poco y nada, caló en lo más hondo de su ser. El chico que le demostró lo que es la fe en uno mismo, la confianza y lo gratificante que resulta la recompensa tras el esfuerzo. Alguien que a pesar de sus defectos, a sus ojos era la mejor persona que tenía  en su vida. Ese chico que fue su mayor apoyo y respaldo, su confidente, su más grata alegría en los días malos, el mejor plan para los días corrientes, y el responsable de que muchos de ellos fueran especiales y dignos de recordar. Ese chico que, al contrario de como prometió, ya no está con ella. Ese chico que hizo mella en su alma, que la hizo crecer y mejorar como persona, y el que le enseñó que en situaciones como esta, cualquier camino es válido para salir a flote; que el caso es salir. Supongo que debo aconsejarle a esa chica que no se engañe, que no intente hacer como si no le importara, pero sí que se conciencie de que a pesar de todo y de que haya días en los que no entienda nada, saldrá adelante. Supongo también que debo dejarle claro que el hecho de que las cosas a partir de ahora vayan mejor sólo depende de ella y de nadie más. Que con o sin él, hay que seguir. 

http://www.youtube.com/watch?v=VBmEJZofz2s

martes, 2 de julio de 2013

Truth or illusion.

Todos y cada uno de nosotros somos ambigüedad personificada. Sin excepción de ningún tipo, nos guste o no, lo aceptemos o no. Decimos que preferimos la verdad aunque duela, que nos gustan las personas sinceras y que van de frente, que el encajar o no una realidad dolorosa nos compete a nosotros mismos. Verdad, honestidad...casi nadie las acepta por completo. La verdad es a lo que aspiramos hasta que no nos gusta, hasta que duele y atraviesa...ahí deja de ser tan apetecible el conocerla. No todo el mundo está preparado para ser sincero ni para aceptar la realidad tal y como es. Nadie puede decir que siempre prefiere esa verdad sin maquillaje ni artificio, porque puede pasar de ser una simple aclaración a un verdadero tormento, un daño irreparable, un comienzo de perdición. Aún a riesgo de poder contradecirme en un futuro, yo sí la prefiero. No me da igual que pueda destrozarme o que me rompa, a nadie le gusta sufrir ni que le hagan daño, pero es mucho peor eso de sentirte el último idiota que se entera de algo que te compete exclusivamente a ti. Es mucho peor el sentir la decepción y cómo todo en lo que creías se desmorona de repente ante tus ojos que una verdad a tiempo. Tener fe en algo o en alguien y que sin previo aviso eso se esfume es mucho más cruel que decir en el momento en que las cosas flojean que ya no tenéis nada que ver. Es mejor ver venir los golpes para decidir si esquivarlos o recibirlos que las puñaladas por la espalda, de esas que no dan tiempo para reaccionar. No voy a negar que a veces he deseado vivir en una realidad paralela, parecida a la que yo me he imaginado a veces en mi cabeza, pero también es cierto que, sopesando los pros y los contras, una verdad en el momento justo es mucho mejor que el camino de pesadillas y espinas que hay al otro lado.